El dólar bajaba a niveles de $ 960 este martes, ya que los agentes del mercado se tomaron a bien el reporte de precios al consumidor de julio en Estados Unidos, que no antagonizó con la idea de que la Reserva Federal está ad portas de retomar el alivio monetario.
La divisa estadounidense caía $ 7 hasta los $ 963,2 -mínimos de la sesión- a media mañana, después de registrar ayer un avance moderado que compensó su última caída semanal, según los datos de Bloomberg.
El dollar index retrocedía 0,3% a 98,2 puntos y el rendimiento del Tesoro a dos años -sensible a lo que se espera de la Fed- perdía 3,8 puntos base (pb). Por su parte, el cobre Comex subía 1,6% a US$ 4,51 por libra.
Allana el camino
Las últimas cifras "han generado un debilitamiento generalizado del dólar, considerando que el dato de inflación anual aporta una mayor probabilidad de bajas de tasas por parte de la Fed. Por otra parte, el precio de los futuros de cobre muestran algunos avances en la sesión, dando una presión bajista adicional al dólar en Chile", repasó el subgerente de estudios de Capitaria, Ricardo Bustamante.
Sin sorpresas, el IPC general y la serie sin volátiles subieron 0,2% y 0,3% mensual en julio, respectivamente. En la comparación a 12 meses, el IPC mantuvo una variación de 2,7%, una décima bajo lo esperado, aunque el subyacente se aceleró a 3,1%, una décima sobre lo anticipado.
"El dato de inflación general resultó levemente mejor de lo esperado, lo que representa un avance en el proceso de normalización de los precios. Aunque el repunte en la inflación subyacente modera el entusiasmo, no se observan presiones inflacionarias preocupantes derivadas de las políticas económicas del gobierno Trump", dijo el head de estrategia de inversión en Sura Investments, Mauricio Guzmán.
"Los aranceles siguen siendo absorbidos en gran medida por los márgenes de utilidades de las empresas estadounidenses. Esto da espacio a la Fed para responder al debilitamiento del mercado laboral y recortar las tasas a partir de septiembre", destacó el economista jefe internacional de ING, James Knightley.
Los operadores de futuros y swaps ya descuentan cerca de un 95% de probabilidad de ver este próximo recorte, y dan por hecho una reducción adicional antes de que termine el año. Más aún, contemplan un 40% de chance de que los recortes sumen 75 pb antes de 2026.
Según Knightley, "muchos precios acabarán subiendo con el tiempo debido a los aranceles, pero no creemos que las presiones inflacionarias persistan. Nos encontramos en una situación muy diferente a la de 2021 y 2022, cuando la inflación se disparó hasta 9%".
El economista hizo hincapié en que, contrario a lo visto en esos años, hoy los precios del petróleo, los precios de la vivienda, los alquileres y las contrataciones están contribuyendo a la desinflación, especialmente el enfriamiento en los costos de los arriendos, lo que ayudaría a contrarrestar el efecto de los aranceles.