El 10 de mayo Rodrigo Álvarez dio un paso al costado y le dejó el camino libre a Bernardo Larraín Matte a la presidencia de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), lo que se oficializó el miércoles. Y aunque su renuncia incluyó acusaciones de un ambiente tenso y confrontacional, el exministro aceptó la invitación del ahora líder de los industriales para integrarse al comité ejecutivo y, en particular, al grupo que abordará temas de políticas públicas. “Me siento con muchas ganas de iniciar la nueva etapa”, expresa.
- ¿Se arrepiente de haber levantado una opción de candidatura?
- No, para nada. Creo que sirvió para abrir debates, para asentar ideas y reflexionar de las cosas muy positivas que hizo la anterior mesa liderada por Hermann von Mühlenbrock. Evidentemente, hubo algunos momentos no tan gratos para mí, como la decisión de finalmente de no ser candidato, pero no me arrepiento para nada del proceso.
- Cuando baja su candidatura lo hace con una declaración pública, acusando la transformación de una elección gremial en algo polémico y confrontacional. ¿A qué se refería?
- Lo que más quería destacar era que me parecía una señal de unidad fuerte para la Sofofa el hecho de que al menos mi candidatura no continuara. Mi sensación era que la elección estaba empezando a transformarse en algo más confrontacional de lo que yo prefería y optaba. Mi principal declaración en ese tema era hacer esto como un gesto de unidad y esa es la razón porque no di ninguna entrevista posterior a ese hecho y también justifica que varias semanas después me incorpore finalmente al comité ejecutivo.
- Pero al hablar de un proceso confrontacional, ¿se refirió al voto que entregó AB Chile, su gremio, a Larraín?
- No necesariamente. Sin duda alguna, ese fue un momento un tanto amargo que, al menos yo, ya he dejado atrás, pero en general me parecía que la elección estaba en ese momento tomando un carril un poco más confrontacional del que yo aspiraba o que yo esperaba cuando decidí ser candidato. Por eso, no hice ningún tipo de declaración posterior y terminé aceptando integrar el comité ejecutivo, porque era una opción más personal ante un proceso que me parecía que no era de los mejores para el desarrollo electoral.
- ¿Pero confrontacional desde el sector de Larraín? Usted hablaba de tensión entre los consejeros.
- Sí, creo que hubo un grado mayor de tensión que es natural en una elección, pero que creía que no era necesario generar para esta elección y evidentemente el proceso electoral podría terminar generándolo. Y confrontacional no directamente con Bernardo. Diría, en general, el espíritu de la elección, pero es una materia que creo que hay que dar definitivamente por cerrado y mis declaraciones -cuando se conoce el tema del espionaje- fueron no solamente separar un caso de otro, sino que al mismo tiempo señalar que había que terminar el proceso electoral de manera impecable; y eso fue lo que hicimos el miércoles. Y no tiene mucho sentido reflexionar sobre el proceso como tal o lo que ocurrió o no ocurrió.
He vivido muchas elecciones en mi vida, he ganado algunas, he perdido otras, no he participado en otras como en esta, pero para mí es un proceso absolutamente cerrado desde hace bastantes días y particularmente desde el miércoles.
- Y si usted tenía la mayoría de los votos -como aseguró- ¿por qué no seguir adelante con la competencia independiente de las tensiones?
- En mi declaración señalaba que creía tener una mayoría, un apoyo importante y eso creo que lo tenía. Pero no me parecía el caso en el contexto de la elección o en el contexto de la Sofofa el perseverar en la elección. No lo consideraba necesario y, muy por el contrario, consideraba mucho más indispensable -y creo que ahora aún más después de los eventos ocurridos- salir con un mensaje de unidad.
“No tiene sentido mirar para atrás”
- ¿Se sintió como una víctima?
- No. Uno ingresa a un proceso electoral con una determinada visión y ese proceso o esa visión no coincidía con lo que me parecía que podía ser mejor para la Sofofa y, por lo tanto, la decisión fue tomada. Evidentemente, la situación de AB Chile marcó un instante menos grato, pero no tiene sentido mirar para atrás.
- ¿El apoyo de AB Chile a Larraín marca la baja?
- No. Es un elemento bastante definitorio, pero era un conjunto de elementos que se estaban dando.
- ¿Esperaba que su gremio le diera el apoyo a Larraín Matte?
- No, no lo esperaba en su momento.
- ¿Lo vio como una traición?
- No. ¿Cómo uno toma una noticia así? Evidentemente, no es una noticia agradable, tiene un conjunto de explicaciones por parte de quienes optan por esa decisión, pero sinceramente para mí es un tema cerrado.
- ¿Por qué cree que no lo apoyaron?
- Lo explico como se dijo en su momento, porque estábamos en un proceso electoral y un grupo de las empresas, sin hacer ningún reproche a mí, al contrario, fueron incluso en su momento amables en las palabras hacia mí, tenían una decisión sumamente válida de considerar que Bernardo era mejor candidato. Por eso digo que para mí es un tema cerrado y que cualquier conversación o comentario es netamente interno.
-¿Pero era un voto seguro?
- Por experiencia personal y con mucha razón jamás considero un voto seguro hasta el último día.
- En estas circunstancias que gatillan su renuncia, ¿influye la falta de apoyos públicos?
- Cada elección tiene sus particularidades, esa no era una de las particularidades que más me preocupaba o afectaba, tenía una percepción de cuáles eran los apoyos. Me quedo de ese proceso con el cariño y afecto de muchas personas; y, dos, con la apertura que generó que ambas candidaturas hablaran de muchos temas. Probablemente, la discusión sobre qué hacer en la Sofofa no la hubiéramos tenido si no hubiera habido durante un período de tiempo dos candidatos.
“No eran proyectos distintos”
- ¿Por qué decide apoyar finalmente a Larraín?
- En muchos aspectos no eran proyectos tan distintos, en muchos aspectos eran similares. En su momento las diferencias mayores estaban dadas por énfasis y momentos, nada más. Estoy absolutamente satisfecho en cómo vamos a enfrentar y cómo se ha tomado la decisión de enfrentar este problema o los desafíos empresariales por parte de la Sofofa.
El miércoles presenciamos dos discursos extraordinariamente sólidos, tanto el de Hermann como el de Bernardo, hubo muestras de clara unidad y reconocimiento a las características de todos. Y también hubo un proyecto futuro extraordinariamente interesante y que reúne elementos que se habían dicho en ambas candidaturas.
- ¿Y por qué lo invita al comité ejecutivo? Era su contrincante.
- Era el contrincante, pero en una relación personal positiva y muy buena y él tiene palabras específicas en su discurso para mí que ni siquiera eran necesarias de hacer. Las razones más específicas habrá que preguntárselas a él, pero me imagino que son varias naturales. Una, me parece que es una señal de unidad clara; dos, me parece que también es una señal de tener la experiencia de algunos años trabajando en el comité ejecutivo, pensando que en la nueva mesa hay varias personas que no tienen ninguna experiencia anterior. Y, lo tercero, lo que tiene que ver con el comité de políticas públicas.
¿Estatutos? "Requieren modernización y precisiones"
¿Posibilidades de compartir las propuestas esbozadas en sus tiempos de campaña? Para Rodrigo Álvarez, habían muchas más coincidencias probablemente que en materia de énfasis o características de los candidatos. Algunas ya las ha compartido con el ahora timonel, otras no, pero asegura que muchas propuestas que son comunes. En ese sentido, el exministro reconoce que tiene una preocupación, por ejemplo, con los estatutos de la Sofofa. "Creo que requiere no solamente una modernización sino que precisiones", dice.
El dirigente dice tener una visión de cómo tratar de traer más participación de los gremios regionales y, asimismo, cómo manejar las políticas públicas que es una de las materias que le encomendó Larraín.
- ¿Usted efectivamente es partidarion de período presidencial de tres años en la Sofofa?
- Esa es una idea mía, no la he conversado específicamente con Bernardo. Tiendo a pensar que un período de dos años es corto, de hecho, casi en broma algunos consejeros me decían pero '¿cómo hay elección si acabamos de tenerla con Hermann y Andrés?' Si me preguntas mi visión, no lo he hablado con Bernardo, lo que yo habría impulsado es un período presidencial de una sola vez de tres años sin reelección. Me parece más natural. Pero es mi opinión. También, los dos vicepresidentes actualmente tienen que salir consejeros electivos. Yo habría propuesto una reforma de estatutos en que uno fuera gremial y otro fuera electivo. También habría propuesto como idea la reposición de la cláusula que permitía una participación mayor de las mujeres. Además hubiera modificado por ejemplo la estructura, composición y procedimiento del comité de ética. Son ideas que tenía y que, por supuesto, no me cabe la menor duda que hay varias oportunidades para conversar con Bernardo y con la directiva.
El ahora recién electo consejero electivo de los industriales también cuenta: "No es una decisión tomada, pero es un tema que habría que reflexionar si es correcto que la Presidencia esté totalmente asociada en fechas a la elección de los consejeros. Es una materia a discutir".