Hay un solo tema en boga por estos días en la discusión económica: la pausa de 90 días que acordaron Estados Unidos y China en el marco de un conflicto arancelario que ha mantenido en vilo al mundo desde inicios de abril.
Y la academia no se ha quedado atrás: muestra de aquello es que el viernes pasado se realizó un conversatorio organizado por la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) sobre la materia, que contó con la exposición de un panel de alto nivel, integrado por el excanciller, Heraldo Muñoz; el exsubsecretario de Hacienda, Alejandro Micco; el exministro de Hacienda, Ignacio Briones; la economista jefe de Quiñenco, Andrea Tokman; y el exvicepresidente del Banco Central, Pablo García. Todo moderado por el académico de la Escuela de Negocios de la UAI y exvicepresidente de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Kevin Cowan.

Cowan, economista de la UC, doctorado por el MIT y con pasos por Hacienda, el Banco Central y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington, cree que la incertidumbre no se acaba con la tregua arancelaria, debido a lo complejo que será una negociación que se extienda por 90 días.
El especialista no solo analiza el panorama local e internacional, sino que también aborda brevemente la posibilidad de ser una alternativa como nuevo consejero del instituto emisor, dado que a fines de año se abre el cupo hoy ejercido por la vicepresidente Stephany Griffith-Jones: "Siempre es un honor ser considerado para ese tipo de cargos, especialmente en una institución tan relevante como el Banco Central. Eso es todo lo que me gustaría decir", plantea el también integrante del Grupo de Política Monetaria (GPM).
- ¿Cómo calificaría el actual panorama macro?
- Lo más relevante respecto al escenario global sigue siendo la discusión de la política arancelaria de Estados Unidos. Ese es un tema relevante para Chile por varios motivos.
Uno, porque más allá de lo que se haya discutido este fin de semana, la incertidumbre asociada a la discusión arancelaria va a tener un efecto en la economía mundial. Y a través del efecto en la economía mundial, va a impactar la demanda por nuestras exportaciones y, eventualmente, el precio de algunos de nuestros commodities claves, como el cobre. Entonces, creo que ese sigue siendo uno de los factores más relevantes a nivel mundial.
Dentro de Chile, más allá de los datos puntuales del último mes, el escenario es de una inflación en el mediano plazo que sigue anclada a la meta del Banco Central. Las expectativas están bastante alineadas con el objetivo del 3% y hemos ido viendo una progresiva convergencia de la inflación hacia el objetivo del Banco Central. Obviamente, esta convergencia ha estado condicionada por hechos puntuales, como las sucesivas alzas de las tarifas eléctricas.
Más allá de hechos puntuales, por el lado de la actividad el escenario sigue siendo uno de crecimiento cercano al potencial, todavía bastante impulsado por el sector minero, tanto las exportaciones como la inversión, y con alguna debilidad por el lado del consumo doméstico.
Y después, si uno hace un doble click, hay ciertos sectores que siguen bastante deteriorados. Seguimos teniendo un desafío relevante en el sector inmobiliario. Las tasas largas en Estados Unidos han subido y de un tiempo a esta parte las tasas domésticas están bastante correlacionadas con las tasas en Estados Unidos, lo cual sugiere que nos vamos a seguir moviendo en un ambiente de tasas largas más altas que lo que hayamos visto hasta el 2021. Y eso sigue impactando la demanda. Ahí será relevante seguir qué termina ocurriendo en el Congreso con el proyecto de subsidio a los créditos hipotecarios.
- ¿Se declara optimista o pesimista?
- La principal fuente de incertidumbre sigue siendo externa. Creo que lo que vimos con el resultado de las negociaciones de este fin de semana en Suiza entre China y Estados Unidos, que probablemente era un desenlace mejor que el que mucha gente esperaba hace solo dos o tres días, no es el fin de la incertidumbre de la política comercial de Estados Unidos por varios motivos.
El más inmediato, es que acá se logró una pausa al proceso arancelario por 90 días. Siguen los aranceles que venían de antes, como los asociados al ingreso de fentanilo. Lo que se congela es el arancel adicional que se había discutido y escalado en abril. ¿Qué es lo que va a pasar 90 días hacia adelante? Es bastante incierto, negociar un acuerdo comercial entre dos países habitualmente no se hace en 90 días, es un proceso que dura mucho tiempo.
También es importante recordar acá que si bien Trump está usando facultades ejecutivas para imponer aranceles en estas situaciones, un acuerdo con un tercer país también requiere ratificación en el Congreso. Además, el andamiaje institucional de Estados Unidos con respecto al comercio internacional ha salido bastante afectado. En el comercio internacional las instituciones importan porque son las que dan certeza. Creo que este ambiente donde tenemos incertidumbre a 90 días, deterioro institucional, un Presidente que no es favorable al comercio libre… todo eso configura un escenario de alta incertidumbre. Y mientras exista esa incertidumbre, las decisiones de inversión, de exportación, de producción, se van. Esa incertidumbre sigue estando sobre la economía chilena porque somos una economía abierta y dependiente de la demanda externa para nuestro crecimiento.
Entonces, en lo interno vamos convergiendo hacia el escenario que tenía el Banco Central, mientras que en lo externo están estas fuentes de riesgo que todavía están pendientes.
- ¿Qué espacio tiene el Banco Central para responder ante un peor escenario?
- Creo que la respuesta a escenarios peores en términos macroeconómicos, es por sobre todo una respuesta de política monetaria. La incertidumbre afecta la inversión, afecta las exportaciones y eso se materializa en menor demanda y el llamado a reaccionar más rápido es para la política monetaria. Entonces, creo que ese es un tema que de alguna manera tiene que ir condicionando lo que va a ser la respuesta del Banco Central en los próximos meses.
- ¿El Banco Central tiene que tomar la batuta antes que Hacienda?
- Hay distintas aristas. Hay una lista de las negociaciones y la discusión para con Estados Unidos y el resto de nuestros socios en este ambiente complejo de aranceles. Ese es un tema país que lidera el Presidente de la República a través del canciller con el apoyo de otros ministerios. Entonces, ese es un tema netamente del Ejecutivo.
Segundo, si es que hay algún sector específico que después de la pausa 90 días está impactado, es una decisión que eventualmente puede tomar Hacienda de apoyarlo. Donde creo que el Banco Central tiene el liderazgo es en la respuesta macro a este deterioro de las condiciones globales que puede generar menor demanda para nuestros productos, menor inversión y un menor crecimiento económico. Ahí es donde el Banco Central creo que tiene, en este caso particular y dada la naturaleza del shock, un rol protagónico que jugar.
- ¿Qué respuestas podría tener el banco? ¿Piensa en algo más convencional o respuestas distintas, como las que hubo en la etapa del Covid?
- Hoy no estamos viendo desafíos financieros. Recordemos que la pandemia, la crisis del 2008, incluso la crisis asiática del 98, fueron todos shocks que aparte de un factor de crecimiento global y demanda externa, vinieron de la mano de turbulencias financieras en distintos mercados. Acá no estamos viendo un escenario de turbulencia financiera. Las tasas del Tesoro de Estados Unidos se mueven, pero en general los mercados financieros están funcionando con normalidad, entonces no hay un shock financiero. Lo que se ve son eventualmente mayores riesgos a una desaceleración de la demanda global. Y creo que ahí la respuesta correcta es ir moderando o graduando la Tasa de Política Monetaria al escenario. Entonces, el mercado efectivamente está pensando en dos rebajas de aquí a fin de año. Creo que el Banco Central tiene que ser cuidadoso en monitorear el escenario externo y eventualmente, si ve riesgos, ser al menos tan agresivo como dos rebajas de aquí al próximo año.
Recordemos también la importancia de ser proactivos. Las herramientas de política monetaria tienen un desfase, entonces siempre hay un argumento para la prudencia, pero también hay un argumento de anticiparse a los eventos.
- ¿No ve espacio por el lado de Hacienda y la política fiscal?
- En el escenario que vemos ahora, no es evidente que sea necesario. Por eso digo que en este tipo de escenario, con menor crecimiento global pero con mercados financieros que funcionan bien, el Banco Central es el principal actor a la hora de. Si el escenario fuera a deteriorarse mucho más y realmente uno tuviera que hacer una política anticíclica, espacio fiscal siempre hay ante un escenario severo.
Recordemos que más allá de que los fondos soberanos han ido bajando, la posición neta deudora de Chile sigue siendo bastante favorable a nivel internacional. Entonces, no estoy diciendo que es algo que debiéramos hacer ahora, pero lo más probable es que la respuesta de política monetaria sea la adecuada, pero en el caso de que hubiera un deterioro mucho más severo, yo soy de los que piensa que efectivamente hay espacio fiscal. No es lo que deberíamos estar haciendo ahora. Deberíamos estar buscando aumentar la credibilidad de la regla.
- También se ha ido reduciendo la incertidumbre interna.
- Creo que también acá hay una agenda que en cierta medida se ha ido instalando. Creo que es una muy buena noticia que se vaya instalando de que Chile tiene que avanzar en volver a crecer. Parte de eso tiene que ver con la regulación de los permisos sectoriales, con certeza jurídica. Eso es algo que desde el Ejecutivo y el Congreso tenemos que avanzar. De hecho, entiendo que avanzará independiente de lo que esté pasando con los aranceles. Lo que hacen los aranceles es simplemente darle una mayor urgencia a avanzar en esos cambios, que son cambios de oferta que nos permiten responder, volver a crecer, generar empleo.
- ¿Esta pausa que se dieron en Estados Unidos y China respecto al tema de los aranceles, puede también aportar un sesgo alcista a las proyecciones de crecimiento para este año? ¿O cree que el año más bien está jugado en materia de crecimiento?
- En el margen yo diría que podría tener algún efecto al alza, pero creo que el efecto es bastante acotado, porque muchas de las decisiones tienen desfases. Entonces, las decisiones de comercio que se están materializando ahora se tomaron hace dos o tres semanas. Uno ya ha visto, por ejemplo, que los índices de cabotaje entre Asia y Estados Unidos cayeron fuertemente. Entonces, parte del daño de esta escaramuza ya se materializó.
Entonces, para mí no es evidente que haya un efecto significativo. Va a depender mucho de lo que pasa en 90 días más. O sea, en cierta medida estamos todos con este compás de espera respecto a la política comercial de Estados Unidos.
Hay un tema que a veces se pierde en la discusión respecto a la inflación internacional: este es un escenario donde hay que empezar a separar lo que va a ser la inflación en Estados Unidos de la inflación internacional relevante para Chile.
Entonces, no hay ninguna duda que hay un efecto a corto plazo en los precios de Estados Unidos que va a jugar en esa economía. Para el resto del mundo, a todas luces esto es un shock de menor inflación, porque habrá menos crecimiento y menor inflación porque hay sustitución de exportaciones. Entonces, creo que para Chile es un shock entre comillas favorable de inflación.