Por Claudia Andrea Sánchez
Con los alegatos de Perú ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en Holanda, comenzó ayer la primera fase oral de la demanda marítima que interpuso Lima contra Santiago. El agente peruano Allan Wagner, comenzó su exposición afirmando “que Chile siempre ha tenido un situación unilateral al publicar cartas náuticas sin la autorización peruana” y añadió que “sería una anacronismo considerar la Declaración de Santiago como un tratado”.
El coordinador de los juristas peruanos, el francés Alain Pellet, sostuvo que “Chile presenta un embrollo de argucias jurídicas. No sé a partir de que alquimista misterioso, Chile transformó acuerdos pesqueros en tratados generando un debate falso”. Según Pellet, la postura de Chile es “fragilísima” y reiteró que no existe ningún acuerdo fronterizo, pues los acuerdos pesqueros de 1952 no delimitaron fronteras. Recalcó que “es un postulado débil” de Chile, argumentar la fijación de una frontera marítima entre ambos países a través de los acuerdos de 1952.
Pero sin duda fue el abogado Michael Wood, quien se refirió en términos más duros: “Chile distorsiona y cita en forma errónea el Decreto Supremo de Perú (1947)”. Destacó que “ese año no hubo intención de limitar la zona, sino que proclamar una frontera exterior de 200 millas en altamar”.
La defensa peruana estuvo compuesta por el agente Wagner, los coagentes José Antonio García-Belaunde y Jorge Chávez de Soto, y los abogados Alain Pellet, Alan Vaugham Lowe, Michael Wood, Rodman Bundy y Tullio Treves.
Wood continuó señalando que “(en 1947) no hubo intención de limitar la zona, sino que proclamar una frontera exterior de 200 millas en altamar (...) Fue un instrumento de derecho interior y no una declaración vinculante bilateral”. Sostuvo que “Chile busca argumentos donde no los hay, ya que ninguno de los dos instrumentos (de 1947 y que menciona en la Contramemoria y Dúplica) pretendía establecer una frontera internacional entre las zonas marítimas ampliadas. Ambos eran instrumentos provisorios”.
El ex canciller peruano, Allan Wagner, manifestó también que el acuerdo de 1952 con Chile y Ecuador (Declaración de Santiago) era para proteger los recursos marinos que estaban siendo explotados por flotas y no por una fijación. “Se establece una distancia de 200 millas desde sus costas para los tres países. Nada tenía que ver con las fronteras laterales”, señaló.
“No existe ningún tratado y acuerdo alguno en que se establezca una limitación. Llama la atención que Chile no ha logrado demostrar ni dónde, ni cuándo quedó definido. Chile afirma en su Dúplica que las partes no han llegado a acuerdo al carácter jurídico y a la demarcación durante años. Esto no es cierto. No existe una delimitación marítima prexistente, ni convencional ni línea de facto establecida”, dijo Wagner.
Destacó que si bien ambos países mantienen buenas relaciones, reiteró su confianza en que la Corte le entregará a su país “el derecho por sobre las 200 millas en un sector en disputa”, ya que “Perú nunca ha dado su acuerdo respecto de su frontera marítima de Chile, ni la declaración de 1952”.
Añadió que la “argumentación de Chile es una contradicción abierta“ y planteó que la petición de su país es que el límite se fije en base a los principios de la Convención de Las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que establece que estos deben seguir una línea equidistante entre ambas costas”.
Wagner acusó a Chile de haberse negado en los últimos 5 años a discutir y negociar bilateralmente la frontera marítima, pese a la petición oficial peruana en 2004.
“Chile no quiso negociar”
A su vez, Alain Pellet manifestó que Perú llegó a “La Haya porque no quiso negociar” y porque “inventó los límites marítimos para privar a Perú de 67.000 kilómetros cuadrados equivalentes a territorios como los de “Sri Lanka o Georgia” y además, porque “ha hecho una concepción insólita de los acuerdos”. En ese sentido, dijo que “es dudoso que la Declaración de Santiago sea suficiente, ya que habla de islas y entre Perú y Chile no hay islas”. Acotó que la “llegada del límite al mar no puede estar situado en el paralelo 18 como dice Chile. Un croquis basta para demostrar que el punto de la limitación no puede estar situado en el paralelo que indican”.
Pellet citó el artículo 253 del fallo de Nicaragua-Honduras donde la Corte de La Haya dice que los tratados no se pueden presumir, sino que deben ser explicitados.
Luego habló Rodman Bundy, quien expuso con un mapa peruano en mano, el contexto geográfico actual y los puntos defendidos por Lima. Apuntó al enfoque equitativo de La Haya en casos como el de Colombia y Nicaragua, y señaló que la frontera debe ser dirigida por el “Punto Concordia”.
El abogado apuntó a la “desproporcionalidad de los espacios”. Y resumió señalando que “la línea fronteriza planteada por Perú es más justa ante costas”.
Apuntando a los mapas, recordó que “Chile no ha impugnado estos argumentos porque está consciente de que una línea de equidistancia presenta un resultado equitativo, menos desproporcionado, algo contrario a los planteado con un paralelo”. En ese contexto aseguró que Chile “tiene una estrategia de litigio deliberado, que no quiere discutir porque no quiere enfocar la atención en estos aspectos (geográficos) y sólo ha escogido su postura (en base a tratados)”.
Tras un receso de 20 minutos, el abogado Tullio Treves dijo que Chile “apela a documentos que tienen más de 50 años” y “ninguno de ellos, ni su combinación constituye un tratado de delimitación marítima”. Treves hizo una revisión de los acercamientos entre ambos países y de la historia del derecho internacional marítimo. Intentó así probar que los instrumentos en que se basa la postura chilena(1947-1952) correspondían a otra época y el derecho del mar ha evolucionado.
Luego tomó la palabra el abogado Michael Wood, quien recalcó que los planteamientos chilenos “carecen de credibilidad” porque –dijo- “Chile adolece de un error conceptual fundamental” y se contradice, ya que si bien “en su Dúplica reconoce que el 1947 no es un tratado, en otras partes (del texto), hace más complejo el argumento al basarse en algunos puntos de ese año”.
Los litigantes peruanos continúan hoy desde las 6 horas. El jueves alega Chile ante la Corte y su equipo lo conforman el agente Alberto Van Klaveren; los coagentes María Teresa Infante y Juan Martabit, y los litigantes James Crawford, Jean Marie Dupuis, Georgios Petrochillos, Jan Paulsson, David Colson, Luigi Condorelli y Samuel Word-sworth.