Todo parece indicar que el aterrizaje de ahora titular de Hacienda, ministro Nicolás Grau, en el Congreso no será fácil. Porque si bien hay dudas de su desempeño en algunos sectores del oficialismo, la animosidad de parte de la oposición va in crescendo en la medida que pasan los días.
Así lo deja de manifiesto el jefe de la bancada de diputados de Renovación Nacional (RN), el diputado Frank Sauerbaum, quien además integra la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja.
El legislador opositor, uno de los negociadores con los que Grau tendrá que buscar encuentros de diálogo, ha puesto en tela de juicio las “capacidades técnicas” del secretario de Estado, señalando que “existe aprehensión” respecto de que las tenga, para sacar adelante la Ley de Presupuestos; “pero también de su capacidad de diálogo y experiencia para llevar adelante proyectos de ley que son complejos”.
Entre ellos, Sauerbaum menciona, la iniciativa que termina con el CAE, que esta semana que termina la Cámara aprobó y despachó al Senado. También hace referencia a la reforma tributaria que sólo el martes recién pasado, el entonces ministro de Hacienda, Mario Marcel, había presentado ante la Comisión de Hacienda de la Cámara; a los que sumó el reajuste del sector público.
Efectos de militancia política
A las dudas de su capacidad técnica para enfrentar dichos proyectos, el jefe de la bancada opositora añadió un aspecto político que inquieta a su sector y que tiene que ver con “el hecho de que la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, y el ministro Grau, sean del mismo partido político, el Frente Amplio”, pues desde el punto de vista de Sauerbaum, “eso nos puede llevar a una conjunción peligrosa, que es que no puedan resistir las presiones para aumentar el gasto, en año electoral, terminando con el acuerdo que tenemos del Gobierno de hacer un ajuste fiscal e ir cumpliendo las metas de balance estructural que el exministro Marcel dejó planteadas”, argumenta.
Por lo que, el diputado, advirtió que su sector será “especialmente riguroso” en los cálculos sobre los ingresos comprometidos, “para no tener una Ley de Presupuestos que, finalmente, no se cumpla, porque no tenemos los ingresos respectivos, comprometiendo mayor gasto del que podemos cumplir”, concluyó.