Aún está en el recuerdo de varios inversionistas el polémico aumento de capital de Enersis de 2012. Después de todo, el hecho de que la presión de los minoritarios llevara a que la operación total fuera US$ 2.000 millones menos que la originalmente planteada, dejó en evidencia la importancia que tiene la intervención de los institucionales cuando se identifica un eventual daño a los minoritarios (ya que los activos de Endesa España fueron valorizados en una primera instancia en un nivel superior al final).
Y apenas tres años después de esa emblemática transacción, nuevamente algunos minoritarios han levantado la voz, esta vez para oponerse a la reorganización de activos de Enersis, la cual fue anunciada por su nueva controladora, Enel.
Las razones que esgrimen son varias: primero, se trataría de una operación entre relacionadas (OPR), lo cual fue descartado por la Superintendencia de Valores (SVS), a lo que se suma el hecho de que no se conozcan en detalle los eventuales beneficios de llevar a cabo un nuevo cambio en el ordenamiento de los activos. A lo anterior se suma -dicen en las administradoras- que Endesa podría ser la gran perjudicada e incluso se podría revisar la política de reparto de dividendos (quedando en caja aún gran parte del aumento de capital de 2012).
Sin embargo, la operación, según sostienen conocedores de ésta, es bastante mejor para todos los accionistas que la situación actual, donde hay duplicidad de cargos, participaciones accionarias divididas y poco eficientes.
A modo de ejemplo, se menciona lo que sucede con Codensa (Colombia), cuya propiedad está distribuida en Enersis, Endesa y en Chilectra. "Así ninguna controla por sí misma, aunque entre las tres sí, y todas la contabilizan como minoritaria. Pero si queremos tomar una decisión, lo deben aprobar los tres directorios. Entonces es mejor que todo eso se junte todo en una compañía", dice un ejecutivo, agregando que también se logrará un mejor gobierno corporativo, con un sólo gerente que maneje todo, y no tres.
"Ahora, desde el punto de vista financiero, esa inversión se va a poder consolidar en una, y el mercado le da un mayor valor a esa fórmula que a tener todo separado, porque a lo que en verdad puede ser el 100% de una compañía, se le aplican descuentos al estar separado en distintas partes", comenta un cercano, detallando que de esta forma se logra eliminar el descuento holding con el que transan varias compañías del grupo en la región.
Beneficios a Endesa
Para abordar este punto, agregan, se debe partir del diagnóstico de reconocer que, por lo menos en el caso de Endesa, el escenario no es positivo: "No se ha hecho ningún proyecto nuevo, HidroAysén y Punta Alcalde no se materializaron, sólo se han tenido problemas con comunidades, juicios con grupos de interés, etc., mientras que Colbún y AES Gener le pasaron por el lado y básicamente duplicaron su Ebitda", señala un ejecutivo conocedor del proceso.
Respecto de que una vez que se materialice la reorganización, la compañía no va a tener crecimiento, las mismas fuentes comentan que lo atractivo de Endesa está en los activos que posee actualmente, que "la convierten en una máquina de hacer plata", citando como ejemplo a la central Pehuenche. "Pero sacando eso, no hay nada, y no es que se la deje sin proyectos, sino que hace cinco años que no los tiene; además, a esto se le agrega que tiene una estructura de management compleja, e inversiones internacionales casi nulas. Así, lógicamente nadie va a querer invertir en esa compañía", afirman.
¿Cuál sería el beneficio post reorganización? Tener una compañía chilena, con un management chileno, encabezado por Daniel Fernández, "quien está a cargo de volver a echarla a andar. Darle un pipeline de proyectos, pero ya no de esos gigantescos, que demoran diez años en estar listos, sino que enfocarse en iniciativas más pequeñas, de un tamaño razonable y viable, como se adelantó hace algunos días", comenta un conocedor de la empresa.
Los planes de crecimiento
El detalle de las iniciativas de crecimiento, por tecnología, es: en Chile, de 23 proyectos con un total de 3.000 MW (64% Hidro, 36% Gas); en Perú, Colombia y Brasil, de 13 proyectos con un total de 3.300 MW (40% Hidro, 55% Gas y 5% carbón para la modernización de una planta ya existente).
El crecimiento de la empresa en el corto y mediano plazo está garantizado mediante el retorno al funcionamiento del complejo Bocamina, con la mejora de la cartera de contratos de compra y venta de energía en el largo plazo y con un plan en curso de mejora de eficiencia y disponibilidad para todo el parque existente de generación.
A ellos se suman la central hidroeléctrica Los Cóndores, actualmente en construcción en Chile (150 MW), y la central hidroeléctrica El Quimbo (400 MW), en Colombia, que se encuentra en proceso de llenado de embalse.