Este viernes se cumplen dos meses desde el atentado más violento en los últimos años -como se calificó en ese momento- cuando desconocidos realizaron un ataque incendiario en contra del proyecto de la Central Hidroeléctrica Rucalhue en Quilaco, en la Región del Biobío.
La iniciativa, que involucra US$ 350 millones, es de Rucalhue Energía SpA, propiedad del conglomerado China International Water & Electric Corp (CWE). Y si bien incluso la Embajada de China salió a condenar el hecho, la firma mantuvo su convicción de seguir adelante con el proyecto. Pero sus planes en Chile no se quedan ahí.
El proyecto de la Central Hidroeléctrica Rucalhue, que ha debido enfrentar oposición por parte de organizaciones ambientales y comunidades indígenas, obtuvo su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en abril de 2016 y al momento del ataque incendiario la construcción de la iniciativa avanzaba de acuerdo a lo planificado con un 20% de avance, considerando que las obras fueron retomadas en agosto de 2024.
Tras el atentado, y luego de que la Fiscalía realizara todas las diligencias, se logró hace algunas semanas retomar de manera parcial y progresiva las actividades en el área de las obras principales del proyecto, priorizando en una primera etapa las labores de limpieza y retiro de escombros ocasionados por el atentado. Este avance también ha permitido quitar las maquinarias dañadas.
"Actualmente ya estamos operando normalmente en el área de las obras principales del proyecto y seguiremos avanzando en esta línea, hasta habilitar completamente la zona y así reestablecer la operación total de las obras. De todas maneras, estimamos al menos un retraso de tres meses", reconoce a DF el gerente legal de Central Hidroeléctrica Rucalhue, Diego Vio.
El ejecutivo destaca que los contratos con todos sus proveedores y contratistas se mantuvieron. Y detalla que, a la fecha, el proyecto tiene contratados a más de 700 personas, donde un 42,5% es mano de obra local, superando el compromiso establecido en la RCA aprobada de la iniciativa.
Central Hidroeléctrica Rucalhue es el primer proyecto de CWE en Chile y la compañía mantiene la confianza y convicción de que es un proyecto viable y con proyección futura. De los US$ 350 millones que contempla la iniciativa, hasta mayo la compañía había invertido aproximadamente US$ 25 millones y se estima para lo que resta del año del orden de US$ 42 millones.
"Es un proyecto que ha confiado en la institucionalidad chilena, a pesar de las dificultades que ha tenido durante su tramitación y construcción y esperamos que con las medidas adoptadas por las autoridades, la central pueda seguir su construcción porque es un proyecto de interés nacional clave para la transición energética del país", sostuvo Vio.
Consultado por el detalle de la cartera de iniciativas que busca impulsar la compañía en Chile, Vio revela: "Sobre otros proyectos, CWE mantiene el interés de invertir en Chile una vez concluido este proyecto, que ha sido complejo desde la tramitación de permisos sectoriales. Se trata de otros proyectos de generación y también está la intención de participar en proyectos de concesiones de obras públicas".
En este último caso, por ejemplo, se contemplarían iniciativas tanto de energía como de infraestructura.
En cuanto a la inversión que involucran estas iniciativas y los plazos en que planean impulsarla, Vio sostiene que en un corto plazo deberían tomar decisiones de inversión en alguno de los proyectos que se están estudiando.
Y aseguró: "CWE es una empresa que entró a Chile porque se quiere quedar, es una decisión estratégica que se ve reflejada en este proyecto también, que a pesar de muchas dificultades y el ingreso en una época compleja, la empresa mantiene la decisión de mantener la inversión y ejecución de la Central Hidroeléctrica Rucalhue porque mira a Chile con interés".
Pérdidas millonarias
Un día después del ataque incendiario se contabilizaban -por ejemplo- 51 vehículos quemados. A casi dos meses de lo sucedido, la firma de capitales chinos precisa que los costos directos asociados al atentado que afectó a las instalaciones y obras de construcción de la Central Hidroeléctrica Rucalhue son del orden de US$ 5 millones.
Paralelamente, se debe considerar un costo asociado a la implementación de medidas de seguridad adicionales que se han contemplado para el área de las faenas. Entre esas medidas están -por ejemplo- aumentar la dotación de guardias, reforzar los accesos, el mejoramiento de equipamiento de vigilancia y comunicación, instalar mayor infraestructura de iluminación y el fortalecimiento de los protocolos de acceso y evacuación con una inversión del orden de US$ 1 millón.
También han implementado infraestructura especial para albergar a los funcionarios policiales que, por orden de las autoridades, se mantendrán resguardando la zona durante todo el período que duren las obras de construcción.
A esto se suma las pérdidas que sufrieron los contratistas dueños de los más de 50 camiones quemados y que siguen avanzando en los trámites de liquidación de sus seguros. "En paralelo, desde la empresa estamos colaborando en los trámites para que puedan postular a los fondos del Gobierno destinados a los daños provocados por la violencia rural", puntualizó Vio.