Así lo reveló la investigación del
Electric Power Research Institute (EPRI), institución internacional independiente con sede en Estados Unidos, encargada por
el Coordinador Eléctricos. La reputada entidad revisó el Estudio de Análisis de Falla (EAF) presentado por el organismo chileno tras el masivo corte de luz. "El documento de EPRI constituye una revisión técnica profunda, objetiva e independiente del evento", destacó el Coordinador.
Entre sus principales conclusiones, el informe del EPRI verificó la causa origen del apagón, pero también detalló que la operación de los
planes de defensa y sistemas de control de contingencia existentes no fueron suficientes para estabilizar las islas eléctricas tras la separación, lo que además es coherente con lo identificado por los análisis que ha hecho el Coordinador y
un grupo de expertos de universidades chilenas.
El reporte también destaca que el sistema operaba en niveles de transferencia en líneas de transmisión respetando el criterio N-1 establecido en la normativa. Este parámetro, en simple, significa que el sistema es capaz de soportar la pérdida de un solo elemento (como una línea de transmisión o un generador) sin interrumpir el servicio a los usuarios.
Entre las propuestas, el reporte sugiere establecer redundancias en los sistemas de comunicaciones de las protecciones eléctricas y procedimientos de pruebas que eviten operaciones indebidas de protecciones.
También recomienda aumentar la carga incluida en los sistemas de respuesta automática que tiene el sistema (EDAC), adaptándolos al riesgo de separación en islas del sistema.
En este sentido, propone revisar y fortalecer los planes de defensa para contingencias del tipo N-2, verificando diseño, implementación y pruebas. Este criterio de N-2 asegura que, ante la pérdida simultánea de dos elementos del sistema (por ejemplo, dos líneas de transmisión o dos generadores), se pueda seguir operando de manera segura y estable.
El EPRI propone evaluar el desempeño de esquemas de protección y control de plantas de generación y sistemas de transmisión frente a desviaciones de frecuencia y tensión, comparándolos con mejores prácticas globales.
Asimismo, el instituto estadounidense recomienda exigir a los generadores de fuentes renovables en base a inversores (IBR), y a la generación distribuida, operar con modos de control automático de tensión para mejorar estabilidad de tensión en la formación de islas para mitigar los riesgos de colapso.
EPRI formula propuestas sobre la presentación de la información, la incorporación de datos adicionales sobre reservas y desempeño del sistema, así como una mayor claridad en torno a los planes de defensa y el desempeño de los esquemas de protección de las instalaciones.
Otra de sus recomendaciones es incluir criterios de desempeño mínimo para recursos de partida en negro -cuando una central parte de cero- o cuando el sistema está en un blackout, así como exigir pruebas regulares.
También recomienda definir en la normativa un estándar de recuperación de servicio con metas claras de tiempo de recuperación y porcentajes de carga a reponer por zona, consistente con las mejores prácticas internacionales.
El EPRI también insta a realizar entrenamientos y simulacros regulares para operadores y especialistas, en donde se practiquen escenarios críticos y la comunicación efectiva durante contingencias y procesos de recuperación.
En el reporte, la entidad declara que la investigación no busca asignar responsabilidades, sino que contribuir a la mejora continua de los procesos de análisis de fallas, apoyar la labor del Coordinador e informar a la industria y a las autoridades sobre oportunidades de perfeccionamiento de cara a reducir el riesgo de eventos similares en el futuro.
¿Cómo lo recibió el Coordinador Eléctrico? El organismo que supervisa el funcionamiento del sistema reiteró su compromiso con "la adopción de las mejores prácticas internacionales para robustecer la operación del Sistema Eléctrico Nacional".