Como es habitual, Falabella realizó en el hotel Courtyard by Marriott su junta de accionistas, la que fue presidida por el presidente del holding, Enrique Ostalé, y el gerente general, Alejandro González. En la cita, ambos líderes abordaron los principales resultados del ejercicio 2024 y presentaron los detalles del plan de crecimiento para 2025, periodo en el que la compañía proyecta inversiones por US$ 650 millones.
Pero fuera de la sala, la industria miraba con atención otro tema: el pacto de accionistas -que une a las cuatro ramas del clan Solari, junto a los Del Río, Cúneo y Sergio Cardone- que está ad portas de vencer y, según fuentes conocedoras, aún no se logra un acuerdo para su renovación.
A este escenario se suma el interés del clan Müller por ingresar al pacto, luego de que, a través de una serie de compras, alcanzaran un 5,5% de participación en Falabella. Esto ha coincidido con la reciente salida de Tomás Müller Benoit del directorio de Mallplaza, la filial de centros comerciales del grupo: la familia ha vendido participación en esta sociedad, para, en contraste, crecer en la matriz.
Sin embargo, desde la administración buscaron calmar los ánimos. “La renovación o no del pacto, no tiene y no debería tener ningún tipo de impacto en cómo se gobierna Falabella. Puede que tenga impacto en cosas hacia arriba, pero en las cosas que yo veo para gestionar los negocios, no”, enfatizó González en un punto de prensa.
El ejecutivo señaló que si este pacto no llega a puerto, la empresa va a tener “siete grupos que se van a tener que acostumbrar a convivir. Como, ojo, hoy día ya conviven”.
Además, reforzó que la conducción estratégica de la firma sigue contando con apoyo transversal. “Hoy día las decisiones estructurales del directorio se toman por mayoría de nueve directores y eso va a seguir ocurriendo. Hay un respaldo muy fuerte”, agregó.
Consultado por la posible entrada de Tomás Müller al directorio del holding, González se limitó a comentar que “(como funcionamos) no va a cambiar por la entrada de solo un director nuevo (...) él conoce Falabella, es socio en Mallplaza, y ahora es accionista acá”.
El repunte de Falabella y la guerra comercial
Respecto al desempeño de 2024, el ejecutivo señaló que si bien el balance fue positivo, los resultados aún están por debajo de lo que esperan alcanzar. “Lo que logramos hacer el año pasado no llega al full potencial al que podemos llegar, con los números que mostramos no me siento satisfecho”, reconoció.
Ya en lo que va de 2025, el ejecutivo aseguró que la compañía mantiene un “vuelo positivo”, con mejoras visibles en todos los negocios.
“Si tú miras los resultados que presentamos el año pasado y los comparas con lo que era antes de la pandemia, no es para tirar fuegos artificiales. Para este año esperamos seguir en esa senda de recuperar participación de mercado”, enfatizó, agregando que la meta es volver a los niveles prepandemia entre este y el próximo ejercicio.
En el plano internacional, González abordó los posibles efectos de nuevas medidas arancelarias por parte de Estados Unidos. Si bien consideró que no habrá impactos directos sobre Falabella, recalcó que sí podrían existir repercusiones indirectas más bien macroeconómicas, como una mayor inflación y una posible recesión.
“Falabella es un grupo con más de 135 años de historia que ha sabido navegar con éxito diferentes ciclos económicos. El efecto directo de los aranceles es acotado, pero previendo los posibles impactos en el entorno macro, estamos construyendo la mayor flexibilidad posible en los inventarios y en los contratos", señaló el ejecutivo.
Y concluyó con que "financieramente estamos preparados para enfrentar los desafíos económicos con gastos e inventarios ordenados y una sólida posición financiera, sin vencimientos relevantes en 2025 y 2026. Contamos con equipos preparados para enfrentar desafíos con agilidad”.