El presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, advirtió hoy a China de que debe gestionar los problemas medioambientales y de infraestructuras derivados del aumento creciente de su población urbana.
"Si se gestiona de forma indebida, la urbanización puede acarrear grandes dificultades", como acelerar el cambio climático o provocar la falta de infraestructura básica, por ejemplo la sanitaria, según declaraciones de Zoellick, publicadas por la agencia oficial Xinhua, durante un foro en la isla china de Hainan.
No obstante, el presidente saliente del BM añadió que "si se hace de la forma adecuada, la urbanización puede ser el pilar básico del futuro crecimiento".
Según las previsiones del BM, la población urbana china, que por primera vez en sus 4.000 años de historia sobrepasó a la rural en 2011, se convertirá en el 70 % del total de los cerca de 1.340 millones de habitantes de la segunda economía mundial en el 2030.
Este frenético éxodo rural supondrá que, para entonces, casi 200 millones de campesinos más se hayan convertido en urbanitas, produciendo un costo per cápita a las arcas públicas -en infraestructura, etc- de al menos 100.000 yuanes (US$ 15.800), según apuntó hoy Zheng Xinli, vicepresidente del Centro Chino para el Intercambio Económico.
Sin embargo, Zheng añadió que, mientras la media del índice de urbanización anual de los países en vías de desarrollo es del 70 %, el de China sólo supera ligeramente el 50%.
Zoellick fue uno de los participantes entre los más de 2.000 políticos, economistas y académicos que acudieron al foro en la isla del Mar de la China Meridional, una iniciativa anual creada en 2001 siguiendo el modelo de Davos y que este año también cuenta con la participación del primer ministro italiano, Mario Monti.