La Comisión Europea confirmó ayer que los países de la zona euro están negociando la posibilidad de apalancar el fondo de rescate permanente, cuadriplicando su poder de fuego a 2 billones (millones de millones de euros (US$ 2,58 billones), tal como había publicado el periódico alemán Der Spiegel. Sin embargo, el rechazo alemán llegó de forma inmediata.
“En efecto, hay conversaciones sobre la posibilidad de utilizar dos instrumentos financieros que se agregaron al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) en el otoño (boreal) pasado” como el de coinversión y el de la cobertura parcial de riesgos, ratificó ayer el portavoz comunitario Olivier Bailly.
“Nos encontramos en una fase de transición entre el FEEF y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)”, aseguró. “Los países miembros y nosotros mismos estamos debatiendo la posibilidad de utilizar estos dos instrumentos financieros de los que dispone el FEEF y adherirlos al MEDE”, agregó.
El MEDE, que cuenta actualmente con 500 mil millones de euros, entraría en vigencia el 8 de octubre, cuando se realice la reunión del Eurogrupo en Luxemburgo.
El rechazo alemán no se hizo esperar. Martin Kotthaus, portavoz del Ministerio de Finanzas, reconoció que existen negociaciones para apalancar la capacidad del fondo permanente, pero que elevar esa cifra a 2 billones de euros a través de la incorporación del sector privado “no era realista”.
“No es factible hablar sobre cifras en este momento”, aseguró el vocero a periodistas. “Es puramente abstracto”, acotó. Asimismo, matizó que aunque el gobierno apoya la idea de impulsar la capacidad del MEDE a través de la participación de capital privado, esta propuesta “debe ser aprobada por el Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán)”.
La eurozona aprobó apalancar el FEEF por una doble vía, que incluía un modelo asegurador y otro de coinversión destinado a atraer a los inversionistas extranjeros, principalmente de países emergentes.
El fondo asumiría entre un 20% y un 30% de las pérdidas hipotéticas de los bonos soberanos, mientras que los inversionistas se harían cargo del resto.
Deuda compartida
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, advirtió ayer en contra de “una tendencia a perder el sentido de urgencia” en combatir la crisis de deuda, tres años después de que estallara la coyuntura en Grecia.
En ese mismo sentido, el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, llamó a compartir las deudas pasadas para levantar la carga de altas tasas de interés a España y Grecia, y a implementar una unión bancaria con seguros de depósitos para evitar una fuga de capitales.
“Si no se hace eso, se produce una dinámica adversa: los países débiles se hacen más débiles y todo el sistema se desintegra”, dijo Stiglitz a Bloomberg en una entrevista en Ginebra. “Y esto debe hacerse rápido” porque en un par de años “no habrá nada de dinero en los bancos españoles”.