
Las agencias clasificadoras de riesgo miran con atención la destitución de Martín Vizcarra y posterior asunción de Manuel Merino a la presidencia de Perú, pues esta sería una señal más de que la crisis política del país está lejos de terminar, lo cual despierta preocupación por la institucionalidad del país.
Para Standard & Poor’s (S&P) es claro que las calificaciones de Perú no se verán afectadas de manera inmediata luego de la aprobación de la moción de vacancia, pero la entidad advierte que la capacidad del país para implementar reformas “podría disminuir por los frecuentes cambios en el gobierno”.
Eventos como las ya frecuentes destituciones y la disolución del Congreso en septiembre pasado generan incertidumbre, según la entidad, lo puede disminuir la confianza de los inversionistas y reducir la capacidad para implementar reformas.
Desde Fitch Ratings, alertan que la inestabilidad del gabinete y las amenazas de juicio político parecen ser la “nueva norma política, aumentando los desafíos de gobernabilidad”. Esto último, sumado a las percepciones del debilitamiento de las instituciones, podrían impactar la recuperación económica de 2021, advierten.
En línea con lo anterior, y pensando en la clasificación, la agencia precisa que “la gobernabilidad es importante para el perfil crediticio soberano de Perú a medida que la economía se debilita y la deuda aumenta”.
Moody’s no se refirió directamente a eventuales cambios en la nota de Perú. Su vicepresidente, Jaime Reusche, indica que si bien es probable que la transición luego de la destitución sea “ordenada”, dice que el hecho “constituye una señal de incidentes políticos desestabilizadores cada vez mayores que pueden potencialmente provocar un debilitamiento de las instituciones del país”.
El ejecutivo mira con precaución que la aprobación de la moción de vacancia ocurre en un momento en el que es de “suma importancia” contar con una gestión económica estable, que permita enfrentar la pandemia y asegurar una recuperación “sostenible”.
Políticas controvertidas
Pese a los habituales cambios de gobierno, S&P reconoce que “hasta ahora, las crisis políticas y los escándalos de corrupción no se han traducido en cambios a las políticas económicas clave de Perú”.
La firma dice que esto ha fomentado finanzas públicas estables, un manejo prudente de la política monetaria y un crecimiento económico equilibrado, y su confianza es tal que dicen que podrían aprobarse “legislaciones controvertidas” como un nuevo retiro de fondos de pensiones, lo cual no afectaría de manera significativa los “fundamentales crediticios” del país.
Reusche, de Moody’s, es menos entusiasta, y señala como “probable” que el gabinete del gobierno interino no logre frenar las iniciativas del Congreso, que podrían afectar la solvencia de Perú.
El ejecutivo ejemplifica diciendo que la reforma de pensiones propuesta “perjudicará al sistema de pensiones privado”.
Desde Fitch coinciden con el punto anterior, y alertan que iniciativas como el retiro de fondos públicos de pensiones, o la eliminación de restricciones presupuestarias en la negociación colectiva, podrían aumentar las presiones de la deuda con el tiempo.