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EEUU tendrá un gran 2015, pero a la larga el panorama externo lo afectará

Esperamos que el PIB real anual se acelere a 3,4% en 2015, superando al resto del mundo sólo por segunda vez desde los años de auge de los ‘90.

Por: | Publicado: Jueves 22 de enero de 2015 a las 05:00 hrs.
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El 2014 fue el mejor año para la economía de Estados Unidos desde la recesión. El crecimiento del PIB real será cercano a 2,5%, el desempleo disminuyó a 5,6% y la economía no da señales de recalentamiento. Y este año podría ser aún mejor. El consumo será impulsado por varios factores, como la tan esperada llegada de los aumentos salariales, y menores costos del petróleo y calefacción, que dejará más dinero en los bolsillos de los consumidores. Esperamos que el PIB real anual se acelere a 3,4% en 2015, superando al resto del mundo por segunda vez desde los años de auge de los '90.


La economía hizo grandes progresos en 2014 en casi todas las medidas. Una vez superado un mal inicio –la contracción del primer trimestre, principalmente debido a un severo invierno– se fortaleció de forma impresionante. El mercado laboral prosperó, disfrutando de su mejor año desde 1999. La economía se aceleró, alcanzando en el tercer trimestre su ritmo más rápido en más de una década. Y el impacto de la crisis financiera fue quedando en el pasado. El déficit federal cayó a un mínimo de siete años y el programa de ajuste fiscal llegó a su fin, con el gasto público una vez más apoyando el crecimiento.


El desapalancamiento hizo progresos aún mayores y los ratios de deuda mejoraron considerablemente. La deuda doméstica ha caído 7,6% desde su peak en 2008 y la recuperación de la vivienda ha sacado a millones de familias del equity negativo (cuando el monto de la deuda supera al valor del inmueble). La deuda vigente de los hogares cayó bajo 100% del ingreso disponible, desde 124% en 2007. Animado por las mejoras en sus balances, los consumidores gastaron más, y las tasas de ahorro personal bajaron de 7,2% en 2012 a 5% en 2014.

Auge del mercado laboral
El mayor éxito del año pasado, fuera de la deuda, fue el mercado laboral. Si 2013 fue el año del mercado bursátil (el S&P 500 tuvo su mayor avance anual desde 1997), 2014 fue el año en que los estadounidenses volvieron al trabajo. La tasa promedio de desempleo cayó 1,2 punto porcentual, la mayor caída anual desde 1984. La economía creó 2,95 millones de nuevos empleos, lo máximo en un año calendario desde 1999. Sin embargo, en 1999 el salario promedio por hora creció 3,7% a tasa interanual, mientras que en 2014 aumentó 2,3%, apenas por encima de la inflación.


El crecimiento de los salario tiene un rezago respecto del empleo y la pregunta clave es si el ajuste del mercado laboral el último año va a alimentar a mayores suelos este año. Si es así, esto tendrá un fuerte impacto en gran parte de la población. Las ganancias bursátiles de 2013 beneficiaron a los más ricos y el repunte del mercado laboral de 2014 ayudó a los desempleados. Mayores salarios en 2015 beneficiarán a la abandonada clase media. La tasa de desempleo alcanzó 5,6% en diciembre y EEUU se está acercando rápidamente al límite de la tasa de desempleo que no genera inflación. Como resultado, esperamos que el crecimiento salarial ocurra a fines de 2015. Además, la menor inflación aumentará el poder adquisitivo aún más en términos reales.


Muchos de los factores que impulsaron el crecimiento el año pasado se mantendrá en 2015. Más empleo, una mejora en el balance de los hogares y crecientes niveles de propiedad de viviendas apoyarán los préstamos hipotecarios. A medida que los hogares adquieren más confianza, el crecimiento del crédito de consumo se expandirá. El apetito corporativo por deuda también mejorará. Los ratios de apalancamiento de las empresas son menores que los de los individuos, y las empresas invertirán más a medida que aumente su confianza. La inversión fija no residencial creció al doble del ritmo de la economía en el segundo y tercer trimestre y deberá mantener este impulso en 2015.

Boom de la energía terminará
Habrá ecos de los 90' en el aire durante los siguientes doce meses. Surgirán temores en torno a los excesos del sector tecnológico a medida que los precios y valoraciones se disparan a pesar de las limitaciones al crecimiento de los ingresos. Sin embargo, si una burbuja va a explotar este año, será en el sector de la energía. Las compañías energéticas van a recortar costos ya que los precios del petróleo están echando por tierra las proyecciones de ingresos. Estas empresas han sido las grandes beneficiadas por los préstamos de riesgo en los años recientes y representan 18% de los bonos basura hoy, comparado con 9% en 2009.

Algunas saldrán del negocio y el efecto resonará en el sector financiero, pero esperamos que el impacto a la larga sea contenido.


Algunas regiones del país entrarán en recesión. Dakota del Norte, Nebraska y, en particular, Texas, serán fuertemente golpeados. El desempleo en esos estados aumentará. Sin embargo, esperamos que el precio del petróleo suba en la segunda mitad de 2015, limitando el daño. La producción de petróleo continuará creciendo, sólo que no a la velocidad vertiginosa de los últimos años.

Yellen será protagonista
La mayor decisión del año será tomada por Janet Yellen, la presidenta de Fed. Salvo por una caída inesperada, todo sugiere que va a subir la tasa de los fondos federales en 2015. La economía está creciendo muy por sobre su potencial de largo plazo y el desempleo se acerca a niveles considerados como pleno empleo. La Fed descartó un alza de tasa en las próximas dos reuniones, lo que significa que fines de abril es la fecha más próxima para un ajuste. Según las proyecciones de la Fed, se espera que el primer aumento sea en el tercer trimestre, pero tiene un mal historial en la predicción de sus propios movimientos. La fecha de inicio de consenso establecida entre los expertos cambió recientemente, con muchos apostando por septiembre tras la caída del petróleo. Algunos incluso sugieren que la Fed podría esperar hasta 2016. La realidad es que es poco probable que el declive del petróleo altere la decisión de la Fed, porque presta más atención a la inflación subyacente.


La acelerada expansión se moderará en la segunda mitad del año. El alza de tasa elevará los costos de endeudamiento y reducirá el gasto de consumo. Los precios del petróleo aumentarán gradualmente y, si es necesario, Arabia Saudita tomará medidas para poner un piso al mercado. Una demanda débil del extranjero también pesará sobre la economía. EEUU no puede surgir indefinidamente mientras el resto se hunde. La fuerza del dólar restará competitividad a los bienes y servicios y sofocará las exportaciones. Esos factor eventualmente ralentizarán a la economía, pero EEUU seguirá siendo la envidia de Europa.

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