Las preocupaciones sobre los profundos problemas presupuestarios de España elevaron fuertemente los costos en una subasta de bonos italianos, reflejando que los mercados dudan de que las complicadas economías europeas puedan superar sus problemas de deuda.
Italia y España intercambiaron acusaciones durante la semana sobre quién tiene la culpa por el alza en los costos de endeudamiento, que ha afligido a los dos países que intentan cumplir con sus metas de déficit durante la recesión.
Analistas citados por Reuters dijeron que ambas naciones quedaron atrapadas juntas, ubicándose en el escenario central de la crisis de la eurozona, ya que Grecia -al menos- obtuvo un alivio temporal al conseguir un nuevo rescate el mes pasado.
En este contexto, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, pidió que España llevara a cabo más “esfuerzos significativos” en materia fiscal para salir de la crisis y recuperar la confianza de los mercados. Además, solicitó más recursos para que la entidad sea más eficaz en en solucionar la crisis del euro.
Los rendimientos de bonos españoles a 10 años subieron hasta 5,84% y en la semana incluso superaron el 6%, acercándose al nivel que llevó a Grecia, Irlanda y Portugal a pedir un rescate. En tanto, el rendimiento de bonos italianos a 10 años cayó 14 puntos base a 5,40% y el de tres años llegó a 3,9% en la venta, más de un punto porcentual por sobre la última subasta comparable de hace un mes.
Sin rescates
Intentando convencer a sus socios europeos de que puede ordenar las finanzas de España, el premier Mariano Rajoy dijo que su país no será rescatado y que “no es posible” hacerlo, mientras su parlamento discute una ley para endurecer el control del gobierno sobre las regiones que no cumplan con las reglas de déficit.
El personero expresó que discutirán con los líderes regionales de su país la próxima semana cambios en salud y educación y las medidas que serán legisladas este mes.
La autoridad también planea reducir el tamaño de la administración pública y asegurarse que los servicios clave sean ofrecidos sólo por un brazo gubernamental.