Alan Beattie en Washington
Los países atrapados en círculos viciosos de violencia y crímenes de guerra no encuentran una gran ayuda en el actual marco global de asistencia humanitaria y misiones de paz, según el Banco Mundial.
En su principal reporte anual de desarrollo, publicado hoy, el banco dice que construir instituciones de gobierno que puedan actuar como mediadores ante la violencia política y comunal es más importante que la meta de simplemente detener los conflictos.
Romper el ciclo de la violencia “exige un determinado liderazgo y un sistema internacional “recalibrado” para “abordar los riesgos del siglo 21”, concluye el reporte.
Pero alerta en contra de las expectativas de que una sola aproximación al tema vaya a resolver todos los problemas, señalando que las soluciones probablemente van a variar de país en país.
Los mensajes del reporte han adquirido mayor notoriedad ante la ola de alzamientos en Medio Oriente y el norte África, en donde incluso países con registros relativamente buenos en materia de crecimiento y reformas económicas han quedado atrapados en la agitación política.
El informe sostiene que los actuales esquemas para afrontar los conflictos -con diferentes papeles para la diplomacia para evitar las guerras, las misiones militares de paz para finalizarlas, y la asistencia humanitaria para atender a los refugiados- refleja el patrón del siglo 20 de guerras civiles y entre estados definidas con relativa claridad.
Las muertes en este tipo de conflictos han disminuido notoriamente en los últimos 30 años, dice el reporte, pero actualmente hay una falta de apoyo externo para restablecer la paz y crear empleos en el corto plazo para reducir el atractivo de recurrir al crimen.