El Parlamento de Italia aprobó hoy el proyecto de ley de reforma laboral presentado por el Ejecutivo de Mario Monti a finales de marzo, un texto que el primer ministro italiano pretende llevar mañana al Consejo Europeo de Bruselas como muestra de su acción de Gobierno.
La Cámara de los Diputados de Italia, país que registró en abril pasado una tasa de desempleo récord de 10,2%, aprobó la ley por 393 votos a favor, 74 en contra y 46 abstenciones, tras haber votado entre ayer y hoy un paquete de enmiendas al texto mediante cuatro cuestiones de confianza planteadas por el Ejecutivo para aligerar su debate y aprobación.
Esas modificaciones en sede parlamentaria al texto, que fue aprobado en el Senado el pasado 31 de mayo tras dos meses de tramitación, varían detalles técnicos del articulado anterior, sobre todo en asuntos como la contratación y despidos, así como en las bajas por maternidad y paternidad y las políticas activas de empleo.
La reforma, que apuesta por contratos de prácticas como mejor forma de inserción, contó desde el principio como aspecto más controvertido con sus disposiciones sobre el artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores de Italia, que regula los despidos en las empresas con más de quince trabajadores.
En la primera versión aprobada por el Gobierno se eliminaba el derecho a la readmisión del trabajador en caso de despido improcedente por motivos económicos, algo que el Ejecutivo modificó días después ante la presión de la principal formación política de centroizquierda, el Partido Demócrata, y la amenaza de huelga de los sindicatos.
Entre otras cosas, la reforma laboral permite que un contrato temporal de duración no superior a los seis meses pueda ser rescindido sin indicar un motivo preciso del despido y eleva a entre 60 y 90 días el tiempo que tiene que pasar para que un trabajador pueda volver a ser contratado temporalmente por el mismo empleador.