El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que recibió hoy al primer
ministro griego, Yorgos Papandréu, aseguró que "los principales agentes de
la escena europea" están "dispuestos a hacer todo lo que haga falta
para que Grecia no quede aislada" ante la situación que atraviesan sus
endeudadas finanzas públicas.
Sarkozy, quien mantuvo también una "larga conversación telefónica"
con la canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que ambos países y el Banco
Central Europeo (BCE) están "unidos para luchar contra la
especulación" que sufre el país heleno.
El presidente francés, quien declaró que Grecia "no tiene necesidad de
financiación especial", avanzó además que París, Berlín y Atenas están
preparando una iniciativa para luchar contra la especulación, aunque declinó
precisar más.
Papandréu, por su parte, reiteró que Grecia está llevando a cabo los
importantes esfuerzos que le ha solicitado Europa e insistió en que su país
sólo quiere disfrutar de unas rentabilidades de la deuda "similares"
aunque "no idénticas" a los del resto de países de la eurozona.
Subrayó, además, que apoyar a Grecia es de "interés estratégico" y
se dijo dispuesto a tomar "medidas duras (...) que contribuyan a la
estabilidad de la zona euro" y que sirvan para "reconstruir un país
moderno".
En una rueda de prensa en la que Sarkozy hizo una firme defensa del euro y
de la solidaridad entre los países que comparten la divisa europea, el
presidente galo aseguró que, para la eurozona, "estar al lado de uno de
sus miembros atacado" por los especuladores es una cuestión de
"coherencia".
Un país miembro de la zona euro "tiene que contar, primero, con los
otros países de la zona euro. Si no, ¿de qué sirve?" se preguntó Sarkozy
mientras que Papandréu afirmó que la especulación no va dirigida contra Grecia
"sino contra Europa y contra su moneda única".