Pese a la tregua arancelaria establecida por Estados Unidos con China y la Unión Europea, el dólar no ha logrado repuntar a nivel global.
La deuda pública de Estados Unidos y la incertidumbre por las tarifas futuras han puesto en duda la hegemonía de la divisa que continúa debilitándose. Esto ha provocado que los inversionistas busquen nuevas monedas para incluir en sus portafolios, mientas que los principales bancos de inversiones esperan que el debilitamiento de la divisa continúe.
Para el economista jefe del Bci, Sergio Lehmann, la desescalada del conflicto arancelario si bien ha impactado positivamente en los mercados, aún permanece la incertidumbre sobre las medidas que implemente el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el futuro.
“Hoy se reconoce que el tono de la guerra comercial ha tendido a retroceder a niveles más moderados. Además, se ha visto la intención de buscar acuerdos con los principales socios comerciales de Estados Unidos, sin embargo, la incertidumbre sigue presente, Trump continúa siendo impredecible y realizando amenazas” dijo Lehmann.
Deuda soberana
La guerra arancelaria no es la única razón que explica el debilitamiento del dólar. La deuda pública estadounidense se ha convertido en un dolor de cabeza para la administración Trump.
El 30 de junio, vencerán US$ 132.000 millones en deuda soberana de dicho país, que buscará repactar la deuda.
Sin embargo, las tasas de los bonos del Tesoro a 10 años se encuentran sobre 4,45%, nivel superior a su promedio de la última década. Esto encarecería el refinanciamiento de la deuda soberana.
“A la rebaja en la nota crediticia de Moody's, se le suma lo que hoy se discute en el Congreso de Estados Unidos sobre un paquete fiscal que incluye rebajas en impuestos y mayor gasto en defensa, lo que podría generar mayores presiones sobre las cuentas públicas americanas” explicó Lehmann.
La visión de Wall Street
Por ahora, las proyecciones para el dólar no son alentadoras. Un reporte de Citibank aseguró que la divisa continuará debilitándose tras la cumbre del G7, proyectada para mediados de junio. Esto, debido a que en dicha reunión se debatirían las políticas macroeconómicas como parte de las negociaciones con EEUU.
Morgan Stanley proyectó que el debilitamiento del dólar continuará en la medida que las proyecciones de crecimiento de EEUU se debiliten en comparación con el resto del mundo.
En tanto, JPMorgan advirtió un cambio en las tendencias, específicamente aquellas que se centran fuertemente en los instrumentos de inversión en dólares y recomiendan incorporar diversificación internacional para reducir la sobreexposición al mercado estadounidense.
“Conviene ampliar las inversiones hacia mercados internacionales no denominados en esta moneda, como Europa y Japón”, agregó JPMorgan.
En este contexto, el euro ha logrado sacar ventaja en medio de los conflictos arancelarios y en lo que va del año la moneda se ha revalorizado un 9% por sobre el dólar, explicado principalmente por el aumento del gasto en defensa impulsado por Alemania.
Mientras tanto en Asia, el yen japonés es otra de las monedas que se ha posicionado como una opción atractiva, aumentando su valoración en un 9,4% por sobre el dólar.
Cambios temporales
Para el gerente de economía y estrategia de BICE Inversiones, Sebastián Senzacqua, estos cambios en la composición de las carteras responden a una situación temporal del mercado.
“El dólar como moneda principal en los portafolios de inversión globales continuará, por lo que estos movimientos de portafolios no serían en gran medida estructurales, sino que más bien temporales”, dijo.
Para Lehmann la reacción del mercado se mantendrá en el mediano plazo y aseguró que “uno debería prever de que el dólar pudiese debilitarse algo más de aquí a los próximos meses, producto los efectos de la guerra comercial que se van a sentir Estados Unidos. Además, la discusión respecto al tema de deuda pública en dicho país”.
Finalmente, Lehmann y Senzacqua coincidieron que la decisión de la Fed sobre la tasa de interés y el crecimiento de la economía de EEUU -en relación con el resto del mundo- serán claves para la recuperación del dólar.