Por Patricia Arancibia Clavel
Andrés Zaldívar Larraín, no necesita presentación. Actualmente es el jefe de bancada de los senadores DC y sin lugar a dudas, el referente más importante de la Democracia Cristiana. Con el conocimiento que le dan sus años en la política -a los 31 años fue ministro de Hacienda y Economía de Eduardo Frei Montalva- y la sabiduría que le da la experiencia, hoy analiza con el Diario Financiero el momento que vive el país y la Concertación y entrega algunas luces de como vendrá la discusión presupuestaria para 2012.
- En este contexto de crisis económica generalizada, ¿cómo está Chile?
- Pese a que el mundo está pasando por un nubarrón negro, una crisis que ya lleva tres años, Chile está en perfectas condiciones y no es un falso orgullo. Nuestro país tiene todo para salir adelante y por eso es atingente hacerse la pregunta de por qué si Chile está bien, estamos con tanto conflicto. Pienso que ello se debe a que no hemos afrontado lo que realmente está mal en la médula: el problema de la desigualdad, la falta de equidad que hace que importantes sectores del país se sientan abusados o menoscabados en sus legítimas aspiraciones.
- Esa desigualdad ¿proviene del sistema económico imperante?
- Proviene de una acumulación de factores que ha provocado el sistema mismo. Si bien éste nos ha dado crecimiento, ha permitido que el país progrese, que haya ascenso social, no ha sido suficiente. Es necesario realizar reformas estructurales y la reforma educacional es una de ellas. Tampoco hay que sacarle el cuerpo a la reforma política, clave para mejorar la participación ciudadana.
- ¿Por qué la clase política ha sido reacia a llevarla a cabo?
- Hay una demanda clara y creo que el Presidente Piñera, debe asumir el liderazgo para realizarla, sin tenerle miedo. Arturo Alessandri lo hizo en una situación de crisis y generó cambios fundamentales. No tenemos posibilidad de hacer una Asamblea Constituyente porque no hay consenso general ni estamos frente a un quiebre de nuestra democracia, pero junto al senador Escalona estamos planteando la necesidad de crear una comisión bicameral que se aboque a estudiar una reforma constitucional donde se escuche a todos los sectores y pueda hacerse un planteamiento de mayoría y minoría al país. Es necesario afrontar el tema y permitir que la gente crea y sienta que tiene espacios para expresarse dentro del sistema.
- ¿Qué responsabilidad tienen los partidos políticos en esta falta de credibilidad?
- Es la política en general la que está desacreditada y no es un tema solamente nacional. Lo hemos visto en España, en el Medio Oriente, ahora en Italia, Francia… Hay un reclamo generalizado y Chile no se exime. No nos olvidemos que normalmente aquí se refleja lo que sucede en otras partes: El Frente Popular nació en Francia el 37 y acá el 38; el movimiento de mayo del 68 tuvo su eco en Chile a nivel universitario y así…
- Pero los partidos podrían haber hecho algo, o hacer algo ahora…
- No es por ser anti-binominal, pero este sistema ha hecho que los partidos se transformen en clubes cerrados donde las decisiones se deciden en la cúpula y… en Santiago. Si todos nos proponemos hacer una verdadera reforma, el proceso puede estar decidido y resuelto en dos años, antes de las presidenciales. Por eso insisto que Piñera debiera asumir el liderazgo, no por parcialidades, sino una reforma completa: tomar la Constitución y sin parches, atrevámonos a hacerle una revisión completa, incluso analizando el sistema presidencial y el de la centralización política.
- Para hacer estas reformas se necesita una clase política interesada en hacerla…
- Es cierto, pero también la excepción va confirmar la regla. Estamos en condiciones de hacer un cambio porque la gente se ha sensibilizado mucho y el movimiento estudiantil ha remecido todo y vuelto a poner en la superficie las fallas y errores de nuestro sistema político. Es la hora de los liderazgos.
- Piñera ha llamado a la unidad y a dialogar para realizar cambios. Algunos lo han dejado plantado y otros se niegan incluso asistir a la celebración del Te Deum…
- Esos son errores y casos puntuales que no fueron bien hechos. En todo caso, el Presidente debe darle contenido a su llamado de unidad. El gobierno ha hecho cambios con tirabuzón. El post natal salió a tirones, lo mismo el 7%... Si bien los resultados son positivos, hubo letra chica y las cosas no se hicieron bien desde el comienzo. En el caso de las reformas políticas, hay que enfrentarlas dé o no dividendos, está o no esté en las encuestas, porque como está diseñado nos llevará a una permanente situación de tensión y crítica.
- Hacia qué lado se inclinará la DC en este conflicto interno de la Concertación?
- La DC es un partido de centro que históricamente rompió con los conservadores para realizar cambios sociales y va a estar siempre en ese lado y no en el del status-quo. Esa vocación la mantiene y hoy su posición natural es más con el PS, el PPD y el PRSD que con la Alianza.
- Y ¿por qué no con la centro-derecha, si los están maltratando bastante en la coalición en que están?
- Si la DC pretendiera cambiar su posición hacia una alianza con la derecha, tendería a su desintegración y sería un error. Tampoco tuvo una buena experiencia con el camino propio, ni hoy tiene vocación para ello. Lo que está pasando ahora es sólo un episodio que hay que tratar de superar. No hay que hacer caso a las pachotadas ni entrar en peleas que provoquen una crisis sin salida. Medio en broma, medio en serio -y se lo dije a algunos de los actores de este impasse- llamaría al Rey de España para que dijera ¡porqué no te callas! He sido partícipe de muchas conversaciones en estos días y creo que no hay una discrepancia de fondo.
- Entonces, ¿es viable todavía la Concertación?
- Hay que potenciarla y renovarla, pero no destruirla y para eso hay que decirle al país qué es lo que queremos ofrecer para el próximo tiempo y por otra parte, evitar estos desencuentros que muchas veces se producen por acciones de tipo personal.
- ¿Se sienten presionados a izquierdizarse para ser mejor aceptados por sus pares?
- Aquí hay que ser bien claro: nadie pretende que la DC sea más de izquierda que lo que debe ser, ni puede pedírsele a los socialistas que se corran al centro más allá de lo que su naturaleza les indica. Sería un error. Los dichos de Walker -y tiene razón- es definir quienes van a estar en la Concertación. Tohá ha señalado que no quieren destruirla sino ampliarla y si le preguntas si quieren hacer un Frente Amplio de oposición o incorporar gente que está fuera, como el PC y el PRO, te responde que no. Entonces, el problema aquí es de falta de comunicación o de método. Primero tenemos que escuchar a la gente y luego hacer un planteamiento programático que no sólo debe ser de oposición…
- Pero el nuevo referente tiene hasta nombre…Convergencia Opositora…
- Es un error. No hay que debilitar la Concertación sino que potenciarla desde dentro de si misma y con los que quieran incorporarse a ella. No vamos a hacer un referente nuevo, a no ser que esto se desintegre. La DC tiene que jugarse por mantener la Concertación y proyectarse para construir una sociedad más justa, participativa y con menos inequidades.
“No es un capricho de los estudiantes”
- ¿Adhiere a las propuestas planteadas por el movimiento estudiantil?
- Este conflicto no es artificial ni es un capricho de los estudiantes. Aquí hay un trasfondo mucho más profundo que involucra las demandas de miles de familias que aspiran a más calidad y mejor financiamiento para la educación de sus hijos. Hay que entender eso y no intentar poner un tapón porque por debajo seguirá la presión y el día de mañana va a estallar igual.
- Pero la movilización sigue su curso, pese a que el gobierno ha hecho lo posible para sentarse a conversar. ¿De qué lado está la intransigencia?
- Nuevamente aquí veo errores innecesarios. Yo hubiera aceptado las exigencias de los estudiantes, salvo el plazo para terminar el semestre ya que hay razones entendibles para ello. No es bueno seguir en este estado de tensión y no entregar salidas. Cuando alguien se siente encerrado se convierte en fiera peligrosa que reacciona con mucha más fuerza. Hay que buscar una salida rápida a este conflicto y ambas partes deben abrirse a dialogar. Aquí no hay que andar buscando vencedores ni vencidos, ni dar la sensación de querer ahogar el movimiento por la vía del cansancio o la presión y, por otra parte, los estudiantes no deben dar por derrotado al gobierno. Eso trae consecuencias que no sé a dónde nos llevaría.
Presupuesto 2012
- ¿Cuál será la posición de su bancada en la discusión presupuestaria?
- Primero, tenemos que conocer qué es lo que el gobierno propone. Recién ahí uno puede pronunciarse. Vamos a apoyar un presupuesto que sea ordenado, que por ningún motivo implique disminución del gasto social y que por supuesto, tenga los recursos suficientes para realizar las reformas en educación. Además, voy a jugármela por entero para evitar la discrecionalidad en el manejo del recurso financiero en un año que será electoral.
- Es decir…
- Analizar bien que los fondos sean claramente asignados a las partidas correspondientes y que sean claras y transparentes para que el día de mañana no empiece la discusión de que se pasó plata por motivos políticos para la campaña que viene por delante.
- ¿Y en cuanto a la disciplina fiscal?
- Está previsto un crecimiento del 4,7% y frente a ello también debemos preocuparnos de mantener un equilibrio y que no se creen déficits que provoquen una situación conflictiva, sobre todo con el panorama internacional que tenemos. Hay que tener conciencia que puede que el 2012 Chile tenga que enfrentar problemas con motivo de la crisis mundial, por lo que debemos estar preparados.
- ¿Es partidario de una reforma tributaria?
- Sí, soy partidario porque para afrontar los problemas de desigualdad e inequidad se necesitan muchos más recursos. Los cálculos señalan que para hacer los cambios en educación tendremos que contar con unos US$ 4 mil millones anuales. Hoy invertimos 4,2% del PIB en esa área y los parámetros de la OCDE para una educación de calidad establece casi el 6,5%. Hay que hacer la reforma tributaria y yo he propuesto la creación de un fondo nacional para la educación que permita una inversión en cuatro años de US$ 15 mil millones, que es lo que se necesita.
- El presidente del Senado, Guido Girardi, condicionó su aprobación a que se cumplan las peticiones del movimiento estudiantil…
- A veces se realiza una política de trinchera que no ayuda a la solución de los problemas. No me pareció adecuado.