El Banco Central afirmó que las cifras internas de marzo evidenciaron que "los efectos inmediatos del terremoto y maremoto fueron superiores
a los previstos".
Así lo señaló la entidad presidida por José de Gregorio en los antecedentes de
la próxima reunión de política monetaria, que se celebrará este jueves 13 de mayo.
El documento precisa que "la transitoriedad de los
efectos negativos de la catástrofe sobre la actividad y la velocidad que tenga
la recuperación en el corto plazo", dependerá del reinicio de la actividad de los
diversos grupos empresariales.
El instituto emisor destacó, no obstante, que "los indicadores de demanda han
crecido de forma significativa", pese a la catástrofe del pasado 27 de febrero.
Respecto a la inflación, los antescedentes sostienen que "en abril se ubicó algo por debajo de lo
anticipado por el consenso de mercado. Ello, junto con el registro de inflación
de marzo, parecen sugerir que el efecto directo de la catástrofe en los precios
fue menor que el implícito en expectativas privadas".
A esta "sorpresa" se agregaron un conjunto de novedades en el mes. "Por un lado, los anuncios del
Gobierno sobre el aumento del impuesto al tabaco y el no incremento del
impuesto de timbres y estampillas previsto para julio. Por otro, los cambios
anunciados en las tarifas del Transantiago, a lo que se suma la habitual
revisión del precio internacional de los combustibles y el tipo de cambio",
explicó la entidad.
Respecto al ámbito internacional, "los mercados financieros
mundiales han estado muy tensionados, por las dudas sobre la sostenibilidad de
la situación fiscal en algunas economías europeas, la viabilidad de los ajustes
necesarios, así como su contagio a los sistemas bancarios de esa región", no obstante, "los mercados locales no han
dado cuenta de cambios relevantes por este último factor".
En este contexto, sostiene que "las expectativas de mercado
para la TPM se han ajustado al alza, asignándole alguna probabilidad a que el
proceso de normalización comience en esta reunión".