Así lo calificó el vicepresidente de Proyectos del brazo minero del grupo Luksic, Jorge Bermúdez, durante su exposición en la conferencia ProyectMin, donde destacó que la iniciativa de US$ 4.400 millones “va tan, tan acelerada, que en dos semanas cambia radicalmente el avance”.
El puertorriqueño, radicado en Chile hace más de una década, reveló que “el 100% de los equipos críticos de Nueva Centinela ya están comprados y en camino. De hecho, algunos de ellos, como el molino, ya está en el sitio instalado en su base, lo que es increíble para un proyecto que inició hace un año”.
Un ejecutivo minero con experiencia en el desarrollo de iniciativas de esta envergadura, indica que no conoce de construcciones similares que hayan logrado progresar a esta velocidad. De hecho, el mismo Bermúdez se detuvo en el punto: “¿Por qué estamos en el 50% de avance en poco más de un año? La base fue la etapa de ingeniería, donde hubo una definición muy temprana y se utilizó al máximo los modelos en tres dimensiones. Eso permitió comprar los materiales y equipos principales, además de preparar las operaciones de Centinela para recibir (la puesta en marcha) del proyecto y no esperar hasta que esté terminado”, indicó.

A propósito de lo anterior, destacó que “este es un proyecto que, aunque parece greenfield, en realidad es bastante brownfield por la integración de la planta existente”. Además del molino, en las imágenes presentadas se observan las bases ya instaladas de la correa overland de seis kilómetros, el chancador primario, una serie de zonas de acopios, la nueva subestación eléctrica construida por el aumento de la capacidad requerida, los espesadores con alto grado de avance, así como también las obras en el muelle, entre otras estructuras.
El CEO de Antofagasta, Iván Arriagada, destacó que “en esta primera mitad del proyecto hemos avanzado de acuerdo a lo planificado, tanto en tiempo como en presupuesto. Sin embargo, tenemos muchos desafíos por delante para asegurar el éxito de la construcción y luego de la entrada en operación de la segunda planta concentradora, por lo que tenemos que hacer esfuerzos para mantener los buenos resultados que llevamos hasta ahora”.
Nueva Centinela
La iniciativa, ubicada en la comuna de Sierra Gorda, no solo busca extender la vida útil de las operaciones de Centinela hasta el año 2059, sino que también “transformar el distrito minero y llevarlo a su máximo potencial”, expresó Bermúdez.
Su periodo de construcción inició en abril de 2024 y se estima que finalice en 2027.
El corazón de Nueva Centinela consta de la unificación del procesamiento del mineral de tres rajos (Esperanza, Esperanza Sur y Encuentro Sulfuros) en dos plantas concentradoras, una de las cuales es nueva y está en construcción.
Toda la operación funciona con agua de mar y energías 100% renovables, además se contemplan camiones y perforadoras autónomas.