Cita gobierno-CPC termina sin compromisos y con el empresariado enfocado en el Congreso
Reforma laboral, proceso constituyente, gratuidad en educación y conflicto en La Araucanía fueron los temas abordados con Bachelet y ministros.
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Sin compromisos por parte del gobierno a realizar modificaciones sustanciales -salvo las que ya se estén trabajando- y con el empresariado disconforme a pesar de las expectativas. Ese fue el resultado que dejó ayer la crucial reunión que encabezó la presidenta Michelle Bachelet con el titular de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alberto Salas, en las dependencias del Palacio de La Moneda, luego que la multigremial solicitara formalmente una audiencia con la mandataria para abordar el proyecto de reforma laboral que hoy está en su segundo trámite legislativo.
En la cita, que comenzó a las 9.30 y se prolongó por más de dos horas, el timonel de la máxima cúpula empresarial del país destinó buena parte del tiempo en poner sobre la mesa los aciertos, reparos y propuestas frente al articulado, insistiendo en la necesidad de alcanzar una ley que equilibre las partes. Inquietudes que también fueron escuchadas por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, y la titular del Trabajo, Ximena Rincón, quienes realizaron intervenciones técnicas.
Pero también aprovechó la instancia para manifestar otros tres tópicos de preocupación para el empresariado como el proceso constituyente puesto en marcha, la gratuidad y su efecto en los IP y los CFT y la violencia en La Araucanía. A poco más de una semana de la definición del cronograma para consagrar una nueva Carta Magna, y en medio del encuentro, Salas le manifestó abiertamente a Bachelet que como empresariado les interesa ser parte de este proceso, pero que desconocen en qué ámbito o cómo se pueden hacer parte de este cambio. Asimismo, le expresó su preocupación por la situación de violencia en La Araucanía, considerando que estaba en juego el Estado de Derecho.
Si bien primó un ambiente de respeto, a la salida hubo ciertos matices a la hora de calificar el encuentro. Mientras el gobierno la tildó como “grata, profunda y útil”, Salas la definió como “franca”, dando cuenta de un profundo rayado de cancha desde ambas veredas a pesar de valorar el gesto de recibirlos.
Valdés enfatizó en el marco de las polémicas propuestas de la bancada pyme que se deben buscar “acuerdos globales” y que, si bien el proceso constituyente parece un período largo, en el contexto de cambios constitucionales exitosos esto no es tiempo demasiado largo”. Además, dijo que “no conozco a nadie que esté poniendo en duda el derecho de propiedad como hoy existe en la Constitución y por lo tanto no debiéramos tener aprensiones respecto de ese tema y otros”. En tanto, Rincón aseguró que hay temas en cuanto a la reforma laboral que se están recogiendo y “serán materia de indicaciones que ya han sido acordadas con los senadores”. Ajustes que serán presentados cuando termine la discusión en particular.
Sin embargo, los encuentros no terminaron ahí. A las 12.30 horas arribó a la casona de Sótero Sanz, a una reunión extraordinaria para comentar los resultados de la tratativa, el vicepresidente de la CChC, Sergio Torretti; el presidente de la Abif, Segismundo Schulin-Zeuthen; el segundo vicepresidente de la Sofofa, Gastón Lewin; vicepresidente de Sonami, Patricio Céspedes; y el líder de la CNC, Ricardo Mewes. Instancia que dejó a los dirigentes de las ramas con la sensación que la preocupación se mantiene como antes, ya que se demuestra que el programa de gobierno seguirá avanzando y sin cambios. “Conformes no, porque uno hubiera quedado conforme si hubieran acogido las propuestas”, comenta Mewes. Por esto, el juicio es lapidario en cuanto a la posición mostrada por el Ejecutivo: “No tomó compromisos en ningún sentido”, dijeron otros asistentes.
A pesar que la cita con Bachelet concentraba parte importante del naipe de opciones que se barajaba, el empresariado parece lejos de agotar su artillería. Según asegura Mewes, “este era un paso muy importante, pero no es el único, esto en definitiva se vota en el Parlamento y es a través de los parlamentarios donde nosotros también tenemos que hacer el trabajo y dar a conocer nuestras inquietudes”.