Economía y Política
La urgencia de mejorar los procesos para fomentar la competitividad
Peter Hill presidente cámara de comercio de santiago
Por: Equipo DF
Publicado: Miércoles 19 de diciembre de 2012 a las 05:00 hrs.
A días de terminar el temido 2012, el IPoM da cuenta del clima de estabilidad de la economía, que ha superado incluso las previsiones del PIB de comienzos de año, sin haber sido afectada por turbulencias externas. Además, se proyecta una expansión de casi 3% en las exportaciones, pese a la recesión en Europa, la mayor debilidad de EEUU, Japón e incluso de China.
Con un mercado laboral que acusa el término de las holguras, el informe plantea la sospecha de que la productividad de la economía chilena podría estar iniciando una fase positiva, tal cual ha sido estimado por la CCS, aunque todavía puede ser prematuro ser demasiado tajante.
Es importante el énfasis respecto a que la inflación tenderá a situarse por debajo del 2% en la primera mitad del año, ya que contribuye a anclar las expectativas de aumentos salariales, que constituye hoy una amenaza sobre los costos laborales de las empresas. La competitividad es el resultado, no sólo de innovaciones y mejoras en los procesos, sino también de mantener los equilibrios de precios clave, sobre todo los que afectan el desarrollo de la PYME.
Algunas de las grandes interrogantes que han surgido en la economía chilena aparecen sólo insinuadas en el informe. Es prácticamente una certeza que el superávit comercial caerá en 75% este año, lo que significará un déficit en cuenta corriente de 3,8% del PIB. La proyección para el próximo año es de -4,6%. El informe reconoce que gran parte de las crisis que ha vivido el país se han originado en este vértice y confía en que la institucionalidad fiscal y cambiaria hará su aporte en el logro de los equilibrios de largo plazo. Sin embargo, allí radica la vulnerabilidad de la economía chilena, en que estando plenamente vigente dicha institucionalidad, la brecha se profundiza y nada hace prever, por ahora, que convergerá en los próximos trimestres. Por el contrario, si llegasen a debilitarse los precios de los commodities, nuestros desequilibrios externos tenderían a empeorar.
Por supuesto, la urgencia de trabajar en todos los frentes que mejoren la productividad de la economía, que hagan más eficientes a las empresas, cobra plena vigencia como área prioritaria para mejorar nuestra competitividad y asegurar un nuevo período de alto crecimiento.