Abiertamente en desacuerdo con el último recorte de la Tasa de Política Monetaria se muestra el economista y socio de Gemines, Alejandro Fernández, quien junto con advertir los posibles efectos de esta decisión, plantea los desafíos que enfrentará tanto el ente rector como las futuras autoridades económicas del país.
- ¿Qué le pareció la última baja de la tasa que realizó el Banco Central?
- Estoy en desacuerdo con estas rebajas de tasa, porque creo que no hay argumentos para justificarlas. La desaceleración que ha tenido la economía es una desaceleración estructural, una desaceleración que está reflejando el agotamiento de la capacidad ociosa, el agotamiento en el desempleo, la ausencia de aumentos en la productividad que están faltando desde hace muchos años en la economía chilena.
- ¿Y la baja que registra la inversión?
- La inversión no va a repuntar porque la tasa baje medio punto o un punto. Creo que la baja en la inversión tiene que ver con problemas en el sector energético, tanto porque no hay energía como porque los proyectos no se pueden hacer por diversas trabas, también con el fin del ciclo de expansión en la minería, y con una saturación en el mercado de oficinas, que es construcción pura.
- ¿Pero la decisión del BC puede tener efectos sobre el tipo de cambio?
- Esto se ha reflejado en parte en un aumento del tipo de cambio y ya en los meses finales del año pasado en un aumento en la inflación. Entonces me sorprende que el Banco Central dé como argumento que la evolución de la inflación podría justificar bajas adicionales de tasas de interés, dando la impresión de que estamos en Europa y que el riesgo fuera de deflación, pero tenemos una inflación que terminó en 3% el año pasado, exactamente en la meta, 2,8% en los últimos 12 meses pero todo apunta a un nivel de inflación al menos temporalmente más alto en los próximos meses, incluso superior a 4% y un nivel de inflación que a fin de año va a estar por arriba del 3%, entonces tratar de argumentar ahora que se podría justificar bajar la tasa adicionalmente me parece absurdo.
- ¿Por qué?
- El consejo ha tenido un comportamiento bastante errático para argumentar la baja de tasas mes a mes. Hace no tanto tiempo el argumento era la situación externa, que existía un riesgo de desaceleración, ahora reconoce que está mejorando, que el crecimiento de los socios comerciales va a ser más alto que los años pasados, entonces eso pasó de justificar la baja de tasas a no justificarlo. Ahora estamos con el argumento de la inflación, a pesar de que este argumento fue más valido hace dos o tres meses cuando estaba cerca del 2%, lo que hoy tampoco es válido, y la argumentación sobre la desaceleración interna ya está dicho, tiene fundamentos más estructurales.
- ¿Este tipo de medidas puede presionar la política fiscal del nuevo gobierno?
- Acá hay un tema, la política fiscal el año pasado terminó siendo restrictiva, sobre todo en el ultimo trimestre, sin embargo, nada de eso se puede esperar de la política fiscal a partir de marzo en adelante. Entonces en ese contexto una política monetaria igualmente expansiva no se justifica, más bien, pensaría que el Banco Central debería estar haciendo lo contrario a lo que está haciendo ahora y bajo ninguna circunstancia una política monetaria expansiva va a ser un factor de freno para la política fiscal, entonces lo que parece probable es que el Banco Central tenga que dar vuelta durante el segundo semestre y comenzar a subir la tasa.