El Índice de Percepción del Consumidor (IPeCo) que elabora mensualmente el Centro de Estudios en Economía y Negocios, CEEN, de la Universidad del Desarrollo, en conjunto con Mall Plaza, retrocedió 7,3 puntos en junio, alcanzando los 118,7 puntos.
Con esto, la confianza de los consumidores se ubicó en un nivel neutral, y continuó en la gradual, pero sostenida tendencia a la baja que ha mostrado en los últimos doce meses.
El resultado es consistente con las bajas proyecciones de crecimiento de la economía, que indican que en junio el crecimiento del PIB sería de apenas 2,6% anualizado para el segundo trimestre. Paralelamente, algunos indicadores sectoriales de actividad, como el IVCM o el índice de producción industrial de la SOFOFA, mostraron desempeños mixtos, aumentando el primero 7,1% en mayo respecto del mes anterior y disminuyendo el segundo 0,5% en el mismo periodo, aunque ambos muestran crecimiento en doce meses.
Este entorno económico de desaceleración con inflación creciente, ha continuado afectando en forma adversa y gradual los ingresos del trabajo, hasta ahora fundamentalmente a través de una menor tasa de crecimiento anual de las remuneraciones reales, la que alcanzó 1% en mayo, la más baja registrada en cuatro años. Con estos antecedentes, se anticipa que la confianza de los consumidores se mantendrá en torno a un nivel neutral en el corto plazo, con el balance de los riesgos hacia un gradual deterioro.
La disminución del IpeCo se explica principalmente por el subíndice coyuntural que retrocedió 20,2 puntos y por el subíndice de expectativas que lo hizo en menor medida (-2,6 puntos).
Para entender la caída del Índice Coyuntural, se debe observar qué sucedió con las variables que lo componen, es decir, situación económica actual y desempleo actual. En relación a la primera pregunta,
una menor proporción de consumidores se declaró optimista, y en el caso del desempleo actual, más consumidores se declararon pesimistas. En doce meses, el índice coyuntural ha disminuido en forma muy significativa (-54,4 puntos), con lo que la percepción de la actualidad ha retrocedido también significativamente desde el nivel optimista que tenía hace un año.
En relación al Índice de Expectativas, que es el que pondera las variables de percepción acerca del desempleo, situación económica e ingreso familiar, contempladas en un horizonte de 12 meses, registró una caída a nivel general. La visión de los consumidores del desempleo futuro fue la única que se mantuvo levemente optimista, pese a un aumento marginal en la proporción de optimistas. En cambio, tanto la visión de la situación económica futura como la de los ingresos futuros retrocedieron a un nivel neutral, ya que no solo aumentó la proporción de pesimistas, sino que también cayó la proporción de optimistas.
