Ante un escenario de incremento de la inflación los importadores de bienes durables y los sectores transables, en general, serían los principales afectados por el tipo de cambio.
En este grupo entrarían las industrias de bienes intermedios e importadores de productos, como el retail o la industria automotriz -probablemente, de las más golpeadas- según los expertos.
Ambos sectores, fruto de lo anterior, estarían planteándose la disyuntiva de una posible alza de precios. Sin embargo, deben considerar una variable que dificulta esta solución, el contexto de desaceleración de la demanda interna, que ha sido una constante en los últimos meses y que continuaría durante los próximos.
Los economistas afirman que la opción de mantener márgenes elevando precios no es una posibilidad tan factible. Hay dos factores a tener en cuenta para esta decisión: la ya mencionada demanda interna y la competencia de la propia industria.
Todavía, explican, hay espacio para subir los precios, pero habría que analizar cómo reaccionaría una demanda débil ante posibles traspasos al consumidor. Frente a este escenario es de esperar un efecto en los márgenes de las compañías.
Pese a lo anterior, hay quienes argumentan que este dificultoso manejo de precios, con el consecuente impacto en costos, se contrapesaría con una menor presión salarial.
Gonzalo Reyes, estratega de IM Trust, comenta que con la depreciación del peso es probable que se produzcan menores aumentos en los salarios, con lo que los costos de mano de obra aligerarían esta carga. “En el retail todavía hay bastante depreciación de salarios, así que sería esperable ver un poco menos de actividad, pero porque viene de bases de comparación muy grandes. Además, la presión salarial, al ser menor, produciría una mayor amplitud de márgenes, pero esto no se debe precisamente a la depreciación cambiaria, sino que a los fenómenos que la gatillaron”, argumenta.
Cristina Acle, analista de Banchile, concuerda en que en el retail “es probable que no todas las alzas se traspasen a cosumidores, aunque Falabella tiene más capacidad de traspasar precios que las otras firmas por su posicionamiento socioeconómico”.
En tanto, el experto considera que en el sector de bebidas, Andina y Embonor tendrían que traspasar costos a precios, pese a que no tendrían espacio para hacerlo en su totalidad.
Cambio de ciclo productivo
Ahora bien, los beneficiados con este mayor tipo de cambio son sin duda los sectores exportadores.
Éstos se favorecerían del aumento de la demanda en Estados Unidos, socio estratégico para una sustancial parte de las industrias del sector manufacturero, como también la alimentaria.
Sobre esta base, los entendidos coinciden en anticipar que esta salida de flujo de capitales, consecuente con la apreciación de la moneda estadounidense, podría concluir con un cambio de patrón en la economía chilena. Y es que después de varios años en los que el país progresó alentado por el consumo –factor, aseguran, poco sostenible en el tiempo-, el crecimiento estaría a partir de ahora motivado por la demanda de las exportaciones, que se beneficiarían de un tipo de cambio más alto.

