Desde Nueva York, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, anunció la colocación de un segundo bono soberano por US$ 1.060 millones a 10 años en el mercado estadounidense, el que se suma al colocado durante la tarde por 800 millones de euros.
Con ello, en total, ambos bonos sumaron cerca de US$ 2.052 millones, según el cálculo de Hacienda.
La tasa de interés del segundo instrumento es de 3,185%, equivalente a un spread de 90 puntos base.
"La colocación de bonos de la República de Chile finalizó exitosamente. Colocamos dos bonos soberanos en los mercados internacionales, uno en euro y otro en dólares por un total equivalente de US$ 2.052 millones, concitando un alto interés por parte de los inversionistas internacionales", dijo el ministro.
El titular de Hacienda indicó que los recursos de esta colocación están destinados a la capitalización de la estatal Codelco, la cual requiere de financiamiento para la ejecución de sus proyectos estructurales.
"Los recursos de esta emisión serán ingresos a las arcas del tesoro público que serán usados para financiar la capitalización de Codelco en función de la ejecución de sus claves de inversión tal como se estableció en la ley 20.790. De hecho esta emisión se hizo al amparo de esa ley", explicó Arenas desde Nueva York.
El titular de la billetera pública detalló además que la emisión consideró la recompra de bonos soberanos por una suma superior a los US$ 500 millones.
"La operación realizada fue más sofisticada que la de euros, por cuanto no sólo se levantaron recursos frescos por US$ 508 millones, sino que también se realizó una recompra de bonos soberanos por US$ 552 millones", puntualizó.
Arenas destacó la colocación, indicando que "es la inversión más grande que ha hecho Chile desde que volvió a los mercados internacionales de deudas desde 1990 a la fecha".
A la demanda por el bono en dólares acudieron un total de 176 inversionistas provenientes especialmente de Estados Unidos y Europa, pero también participaron de Latinoamérica y Asia.
"Esto demuestra que no ha cambiado la percepción que tienen los inversionistas externos sobre la fortaleza institucional y económica de Chile. Estas colocaciones refuerzan la confianza en el futuro económico de Chile", concluyó Arenas.