Un déficit de US$ 3.246 millones, equivalente a 3,7% del Producto Interno Bruto (PIB), registró la cuenta corriente del país durante el segundo trimestre, según informó este lunes el Banco Central. Con ello, que es más alto que los US$ 1.846 millones del cuarto previo y de los US$ 2.174 millones de hace un año, el saldo negativo acumulado en un año representa el 2,2% del PIB.
El resultado es reflejo del saldo deficitario de la renta y la balanza comercial de servicios, cuyo efecto fue compensado en parte por el superávit de exportaciones de bienes versus las importaciones al término del primer semestre.
En paralelo, la cuenta financiera registró entradas netas de capital por US$ 4.573 millones, lideradas por préstamos y depósitos con el exterior y por la inversión extranjera directa (IED) en Chile.
En inversión directa, se registraron entradas netas por US$ 2.902 millones, asociadas a la inversión de extranjeros en Chile. Esta última alcanzó US$ 3.940 millones, impulsada principalmente por la reinversión de utilidades y los aportes de capital.
En tanto, la inversión directa en el exterior fue de US$ 1.039 millones, liderada por la reinversión de utilidades y los aportes de capital realizados por las empresas chilenas en sus filiales en el extranjero.
La categoría de inversión de cartera registró salidas netas de capital por US$ 2.155 millones, como resultado de un aumento de activos en el exterior por US$ 3.511 millones. Este último se explicó por la inversión de los fondos de pensiones en títulos de renta fija y variable, la cual totalizó US$ 3.459 millones.
En tanto, los pasivos se incrementaron en US$ 1.356 millones, principalmente por la compra de títulos de deuda de gobierno por parte de no residentes. En menor medida, también incidió la compra de bonos del Banco Central.
A junio, la posición de inversión internacional (PII) neta aumentó su saldo deudor respecto del trimestre precedente, hasta ubicarse en US$ 66.113 millones. Determinante este incremento fueron las transacciones de la cuenta financiera, principalmente de los sectores empresas y bancos.
En este escenario, la deuda externa se situó en un récord de US$ 259.996 millones, lo que representó un aumento de US$ 7.561 millones.
Este avance fue liderado por la emisión de títulos de deuda del sector público y por la adquisición de préstamos y depósitos del sector bancario.
El incremento fue liderado por las transacciones de Gobierno y del sector bancario, que aumentaron sus compromisos en US$ 2.771 millones y US$ 2.724 millones, respectivamente.
En el caso de Gobierno, destacó el efecto de la apreciación del tipo de cambio sobre la deuda pública en pesos chilenos.
En cuanto a la deuda de corto plazo residual, ésta alcanzó los US$ 66.655 millones, siendo las empresas y los bancos los sectores que tienen la mayor parte de los compromisos de pagos en los próximos 12 meses.
Finalmente, en términos de la moneda de denominación, se observó que 81,0% de la deuda se encuentra en dólares estadounidenses; 7,5%, en euros; 6,9%, en pesos chilenos, y el resto en otras monedas.