El llamado a la austeridad que ha hecho Rodrigo Valdés desde que llegó a encabezar el Ministerio de Hacienda se ha sentido con más fuerza este año. A pesar de eso, la situación del Fisco se mantiene delicada en un escenario que combina débil crecimiento económico, un precio del cobre que se mantiene bajo y reformas que requieren de recursos constantes.
La situación no es indiferente para el Banco Central, y si bien no realizó un análisis particular en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, su presidente, Rodrigo Vergara, aprovechó la instancia de presentación del reporte en el Congreso para manifestar su clara preocupación frente a la estrechez de las arcas fiscales.
Vergara recordó que el año pasado se modificó el objetivo inicial de un balance estructural o déficit cero y manifestó que -sin abogar por una rigídez total-, “mi preocupación apunta más bien a si ya hemos agotado todos esos grados de flexibilidad”.
Lo anterior, ya que el ministro Valdés decidió recalcular la regla cada año con los nuevos parámetros -cobre y PIB de largo plazo, que influyen en la capacidad de gasto- y de ahí disminuir el déficit estructural.
El presidente del Central reconoció que esa era una manera de ajustarse gradualmente a los nuevos límites que la regla pone al gasto fiscal, pero que en un ciclo donde los parámetros clave se revisan a la baja “estaremos mayor tiempo gastando sobre los ingresos del Fisco”.
“Hemos tenido cierta flexibilidad fiscal, pero mi preocupación es que podemos estar llegando a un cierto límite, en lo cual creo que hay que ser particularmente ciudadoso”, agregó.
Recalcó que hasta ahora las autoridades han logrado que el ajuste no provoque mayores sobresaltos gracias a la baja deuda neta del Fisco, pero advirtió que los espacios en esta línea son “limitados”, ya que la deuda neta ha ido aumentando, culminando en 20% del PIB a junio.
“En este contexto, me preocupa especialmente que la acumulación de compromisos termine tensionando las finanzas públicas”, indicó a los parlamentarios, que en octubre protagonizarán junto con Valdés la discusión del Presupuesto 2017.
En esa línea, recalcó lo importante de preservar la estabilidad macroeconómica del país e indicó que no hacerlo “puede traer efectos más negativos de los que pensábamos”. Es decir, más allá de un recorte en la clasificación de riesgo.
Los supuestos de trabajo del Banco Central apuntan a que el gasto público crecerá en torno al 3%, en un escenario donde se cumplen los compromisos y la regla fiscal. La cifra es similar a la que pronóstica el mercado y adelanta que la discusión presupuestaria que se viene será una de las más duras de los últimos años.