El Presupuesto 2010 no va a alcanzar para financiar el proceso de reconstrucción, tras el terremoto que remeció a una serie de regiones del país el sábado 27 de febrero.
De ahí, que el presidente electo, Sebastián Piñera, realizó ayer un anuncio inédito durante una actividad en Lampa en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer: el envío de una nueva ley para ajustar el Presupuesto 2010 al nuevo contexto del país.
"Hemos comprometido una ley de emergencia, una ley de reconstrucción, una ley de donaciones y una profunda reestructuración del sistema de alerta y ayuda temprana y para eso, vamos a enviar un proyecto de ley para adecuar el Presupuesto de 2010 a la realidad y exigencias que el maremoto y el terremoto han puesto sobre nuestros hombros", sostuvo.
De esta forma, el futuro jefe de Estado despejó las dudas que surgieron en distintos sectores respecto a cómo se obtendrán los recursos necesarios para enfrentar la catástrofe.
Dado lo anterior, los equipos de Piñera se encuentran trabajando a toda máquina y la primera tarea que se le designó a los ministerios es elaborar un listado sobre las prioridades de cada cartera, con el objetivo de precisar de qué programas se podrían prescindir durante este año dada la emergencia. "Debemos eliminar la grasa y definir qué recursos son imprescindibles. La primera etapa es qué podemos y cómo podemos reasignar y cuánto podemos recortar de cada ministerio que no sea imprescindible para poder usar todos esos recursos", señalan desde el círculo de Piñera.
Acto seguido, el futuro gobierno deberá determinar cómo se distribuirán los recursos de libre disposición heredados de la administración de Michelle Bachelet y que ascienden a
US$ 500 millones.
El último paso -y más complejo- será incrementar los recursos para cubrir las áreas que implican un esfuerzo financiero mayor. Y en este punto, las opciones bajo análisis son tres: aumentar los recursos de libre disposición, incrementar el límite de endeudamiento -que actualmente asciende a US$ 6 mil millones- y seleccionar las partidas del erario relacionadas con la reconstrucción para inyectarles recursos adicionales, a los montos aprobados en octubre de 2009.
En esta última etapa, se requiere de un proyecto de ley, el que también consideraría una actualización de las proyecciones macroeconómicas, puntualmente el cálculo de déficit para este año, donde los ajustes no sólo serían en términos efectivos, sino que también estructurales, incumpliendo por segundo año consecutivo la regla de balance fiscal. Dicho escenario ha sido reconocido en el equipo económico de Piñera e internalizado por el mercado. De hecho, el rango que estiman los economistas para el déficit efectivo de este año oscila entre 2,2% y 4% del PIB.
Visión de mercado
Desde el mercado valoraron el hecho de que el futuro presidente diera pasos en el sentido de aclarar cómo se enfrentará la catástrofe que golpeó el país. De hecho, tres integrantes del comité de PIB tendencial del Ministerio de Hacienda expresaron su visión acerca de las fórmulas de financiamiento a las que se podría acceder, a través de modificaciones el Presupuesto 2010.
De acuerdo al economista jefe de BanChile, Rodrigo Aravena, "es clave que la futura administración aclare de qué forma responderá la política fiscal frente a la crisis. Mientras no se despeje este tema persistirá la incertidumbre y no se podrán determinar cifras de actividad económica para el año". Por lo mismo, el economista -quien estima que el gasto fiscal de este año considerará US$ 3.500 millones adicionales- considera que la modificación al erario 2010 "es necesario" y agrega que los recursos "en gran medida vendrán del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) y deuda en mercados internacionales, ya que este mix es el menos dañino para la economía pues permite evitar un aumento en las tasas de mercado".
Por su parte, el economista jefe de LarrainVial, Leonardo Suárez, sostiene que lo más probable es que el próximo gobierno "dinamice el programa de concesiones e introduzca temas adicionales en las partidas vinculadas a infraestructura, a partir de mecanismos de control propios del Ministerio de Obras Públicas".
A juicio del experto, "serán necesarios para la reconstrucción recursos extras por US$ 5.000 millones entre 2010 y 2011, donde el esfuerzo más fuerte probablemente sea este año". Ahora bien, Súarez -a diferencia de Aravena- no plantea un mix, sino que sostiene que el énfasis debiese estar en endeudamiento local" para no afectar el tipo de cambio.
Frente a este último punto, los equipos de Piñera están analizando el tema, pues lo consideran clave para no afectar el sector exportador. De hecho, cuando el dólar bajó en 2009, Piñera no dudó en apoyar la fórmula del endeudamiento para frenar la caída de la divisa.
En tanto, para el académico de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, los recursos para enfrentar la catástrofe "deben incrementarse en términos generales, pero no al voleo, pues hay que realizar una aproximación a las necesidades más urgentes". El economista también plantea que la prioridad debiera estar en infraestructura y reconoce que las reasignaciones "pese a ser eficientes no serán suficientes".