El terrorismo no negocia, sólo usa la generosidad para fortalecerse

Fue el dirigente durante ocho años de uno de los países más pujantes de la región. Hoy afirma que Colombia y Chile son modelos de prosperidad sostenible.

Por: | Publicado: Martes 28 de diciembre de 2010 a las 05:00 hrs.
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Expansión

Álvaro Uribe Vélez, presidente de Colombia entre 2002 y 2010, afronta la entrevista con mucha calma, entre trago de café y mordisco al

croissant

. Sus palabras son concisas y al grano. Invitado a España por la Fundación Everis, advierte que no quiere hablar de política colombiana, pero la actualidad internacional se encarga de marcar la agenda.



- ¿Qué país de América Latina refleja mejor el cambio económico del continente?

- No hay duda de que Chile ha tenido una estabilidad ejemplar: el juego político no ha sido óbice para que el país mantenga una permanente prosperidad económica. Pero, por supuesto, también hay que destacar el caso de Colombia, que ha conseguido un nivel de ahorro interno muy importante, algo bastante insólito en el continente. Además, ha construido un buen sistema de fondo de pensiones, inspirado en el chileno.

Por otro lado, el apalancamiento interno ha protegido a los países latinos de la recesión internacional.



- ¿Qué podrían aprender los líderes económicos europeos del cambio experimentado en la región?

- Ambos continentes pueden aprender del otro, pero existe una diferencia: las economías europeas son más maduras, pero tienen menos posibilidades de beneficiarse de la demanda de materias primas procedente de mercados emergentes como China e India, algo que ha beneficiado mucho a América Latina. Y los retos de ambas regiones son distintos: el de Europa es salir de la crisis, y el de nuestro continente es conseguir una prosperidad sostenible. Para esto es imprescindible garantizar la seguridad, desarrollar la economía de materias primas y superar definitivamente la pobreza y la desigualdad.



- ¿Es impensable un avance en el continente sin la alianza con EE.UU.?

- Yo haría un planteamiento inverso: lo que necesita América Latina es aliarse con todo el mundo, no sólo con EE.UU. Los intercambios comerciales de los distintos países obligan a ver el sector externo en conjunto.



- En España se ha debatido mucho sobre si se puede acabar con los terroristas por la vía de la negociación. ¿Lo cree así?

- Mi experiencia me dice que el terrorismo no negocia, sino que aprovecha cualquier generosidad para fortalecerse. Al terrorismo hay que desarticularlo. Para ello, no es necesario recurrir a un aplacamiento militar, sino a la presión ejercida desde la autoridad para meter a los terroristas en la cárcel y así evitar nuevos reclutamientos.



Nuevos poderes

- La semana pasada afirmó que hay dictaduras en formación en América Latina. ¿Se refería a los nuevos poderes que ha recibido Hugo Chávez?

- Estos nuevos poderes son un golpe de Estado a la democracia. Venezuela eligió recientemente un nuevo parlamento, que tiene previsto empezar a funcionar el 4 de enero. Sin embargo, el viejo parlamento, ya reemplazado, dictó unas leyes que otorgan el poder legislativo al gobierno. En la nueva cámara, el Ejecutivo no hubiese conseguido la mayoría parlamentaria para obtener dicho poder. Es decir, se eligió un parlamento al que ahora no se le permite actuar.

- Recientemente, se han aprobado medidas a favor de la iniciativa privada en Cuba. ¿Se avecina un cambio de régimen?

- No me atrevería a interpretarlo así. Cuba ha demostrado, como todos los demás regímenes comunistas, que la falta de iniciativa privada construye pobreza y atraso. Pero aún no sabemos qué nivel de iniciativa privada está dispuesto a aprobar el gobierno y tampoco si ese aperturismo económico vendrá acompañado de las demás libertades propias de una democracia moderna, o si simplemente se favorecerá la empresa privada bajo un régimen totalitario.



- Según una filtración de Wikileaks, usted pretendía atrapar terroristas de las FARC en Venezuela. ¿Cómo reacciona ante estas revelaciones?

- Los hombres públicos estamos obligados a hablar en privado sobre los asuntos públicos. Pero lo que cuenta Wikileaks es lo que había afirmado en público permanentemente. Con todo, estas filtraciones crearán mucha suspicacia en las relaciones con EE.UU. Además, revelan mucha hipocresía, porque muchos asuntos tratados en los círculos diplomáticos no se sostienen en los discursos públicos. Son hipócritas tanto los que escriben lo que no es verdad como los que en público afirman lo que no sostienen en privado.

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