Aunque son sindicadas como las principales culpables de la caída del interés de inversionistas extranjeros, lo cierto es que las reformas anunciadas por el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet no son las únicas responsables.
Esto porque una de las grandes debilidades que tiene la economía local es su alta dependencia de los precios de los commodities y, por ende, de lo que suceda en China.
Por lo mismo, la estratega global de JP Morgan para América Latina, Gabriela Santos, cuenta que actualmente su apuesta está en otros mercados, como EE.UU. y Europa. "Estamos apostando menos por el mercado chileno y buscando en otros lugares por el momento para las inversiones", confiesa la economista, quien anticipa que, despejando las incertidumbres, esto se resolvería el próximo año.
-¿Cómo ve a Chile como alternativa de inversión?
-Si hablamos de las posiciones en acciones chilenas, preferimos estar un poco subponderados, dado la dinámica doméstica, a causa de las reformas políticas que ha impactado el sentimiento local y afectado la economía. Tenemos también un componente ligado a China que sigue afectando a los precios de los commodities y el crecimiento del país. Así, ambas cosas están presionado el crecimiento, y por tanto, el avance de las ganancias de las compañías chilenas.
-¿Cómo se ve Chile comparado con sus pares regionales?
-Comparados con sus pares y otros emergentes, estamos apostando menos por el mercado chileno y buscando en otros lugares, por el momento, para las inversiones.
-¿Cuál es la alternativa?
-En general, estamos mirando menos en América Latina porque hay consideraciones como menor crecimiento y ruido político en Brasil; mientras que tenemos una perspectiva positiva en México en términos de crecimiento, pero que ya están incluidos en los precios. Estamos enfocados en mercados desarrollados, EE.UU. y Europa, o en mercados emergentes, que están menos ligados a los commodities y más ligados al crecimiento de los desarrollados, como Asia (Taiwán y Corea).
-¿Ha perdido atractivo Chile entonces?
-Para nuestros clientes en EE.UU. y Europa, Chile y Brasil han perdido algo de su atractivo, por su dependencia a los precios de commodities y China, así que vemos mayor entusiasmo hacia Colombia y Perú, que crecerán más en los próximos años y estamos optimistas sobre ello. También vemos mayor interés en México por el aporte positivo de las reformas estructurales. Aunque también hay algo de interés en Chile, incluso al compararlo con Brasil.
-Pero para las inversiones en Chile ¿cuáles son las apuestas?
-Preferimos jugar un rol más defensivo; estando conscientes de los bajos precios de los commodities y la caída en inversión y consumo, así que no estamos en este último sector, pero sí en bancos, que se están beneficiando de la alta de inflación que vemos, o utilities.
-¿Son las reformas el mayor componente que le quita atractivo a Chile?
-Cuando se trata de inversionistas extranjeros mirando al país, las preocupaciones están más en cómo las reformas están afectando el sentimiento local y no sobre ellas mismas. Así que si vemos el sentimiento, éste ha caído bastante en lo que va del año y la incertidumbre política tiene mucho que ver con ello; nuestras preocupaciones son tener más claridad en la reforma laboral y sanitaria en los meses que vienen. Lo que estamos buscando es sacar la incertidumbre.
-¿Cree que estas reformas, una vez aprobadas, podrán ayudar a impulsar el crecimiento de Chile?
-No estoy segura. Para que el país impulse su economía nuevamente, tendrá que encontrar diferentes formas de crecimiento. Chile no puede seguir dependiendo del fuerte desarrollo de China o de los altos precios de las materias primas. Necesita encontrar una nueva fuente de expansión para incrementar de nuevo su tasa de crecimiento potencial y no estoy segura de que estas reformas apunten a eso.
-¿Volverán los inversionistas el próximo año al país?
-Es posible. Lo que estamos viendo es que este crecimiento bajo del PIB en el tercer trimestre, cercano a lo que estábamos visualizando, será el piso de la actividad económica y el cuarto trimestre y próximo año veremos un mayor crecimiento; sin embargo, no esperamos que Chile crezca a las tasas que venía trayendo, sino que será por debajo de su potencial. Además, las bajas de tasas del Banco Central ayudarán a la economía y también lo harán la mayor más claridad en las reformas políticas. Al remover estas incertidumbres, veremos un cambio en el sentimiento y mayor crecimiento y, por tanto, el regreso de los inversionistas extranjeros el próximo año.
-¿Sería hacia el segundo semestre?
-Dependerá de cuán rápido progresemos con las reformas políticas y cuán rápido estas incertidumbres sean resueltas. Pero también hay consideraciones externas: seguimos viendo a China creciendo a ritmo menor, precios de los commodities en un término medio, impactando a Chile; sin embargo, en el lado positivo, nuestra perspectiva es que la Fed cambiará su política en la primera mitad del año, lo que creará volatilidad hacia los mercados emergentes, haciendo que los inversionistas sean más selectivos en qué mercados emergentes invertir, y Chile sería uno de los mercados en mejor posición, teniendo menos volatilidad a medida que la Fed normalice su política. Chile ha avanzado mucho en la reducción de su deficit por cuenta corriente este año, lo que le hace menos vulnerable que otros países emergentes a las políticas de la Fed de cara a 2015. Así que no todo es negativo y hay aspectos positivos que los inversionistas prestarán atención el próximo año.