Industria

Antiguo operador de heladerías Bresler gana batalla a Unilever, y las partes siguen enfrentadas

A&S-que llegó a tener 32 locales desde Iquique hasta Chiloé, cadena que luego vendió a Ice Cream SpA (Savory)- demandó a la multinacional por supuesto incumplimiento de contrato y pidió millonaria indemnización.

Por: J. Troncoso Ostornol | Publicado: Lunes 5 de febrero de 2024 a las 04:00 hrs.
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Una acalorada disputa enfrentan la empresa Alimentos y Servicios S.A. (A&S) con la multinacional Unilever. La primera -que llegó a manejar 32 heladerías bajo la marca Bresler- demandó a la multinacional por supuesto incumplimiento de contrato con indemnización de perjuicios, exigiendo el pago de más de $ 2.350 millones.

La justicia, en primera instancia, acogió parcialmente la acción judicial, pero ambas partes recurrieron a la Corte de Apelaciones para intentar hacer valer sus pretensiones: por un lado, que se eleve la indemnización y, por el otro, que se anule el fallo y se rechace la demanda.

Todo partió en 2020, cuando A&S (presidida, según los antecedentes aportados por la compañía en el juicio, por Horacio Pavez Aro) demandó a Unilever, acusándola de que habría alterado condiciones esenciales -argumentan- del contrato que ambas celebraron y que tenía por objeto que la firma chilena comercializara helados Bresler (en forma no exclusiva), marca que la multinacional vendió ese mismo año al grupo Carozzi.

Relató que en octubre de 2017, sin ninguna razón y en plenas conversaciones entre las partes dirigidas a potenciar su negocio común, Unilever bloqueó el acceso de A&S a su plataforma para colocar órdenes de compra, inpidiéndole que obtuviera el suministro de helados para sus locales en los términos acordados en el contrato; y, al mismo tiempo, comunicó que, a partir de ese momento, las ventas debían pagarse al contado.

Añadió que esto la llevó a comprar helados a precios distintos a los considerados en el contrato, cuestión que sólo pudo extenderse por algunos meses, ya que -dijo- el negocio no era viable bajo las nuevas condiciones impuestas por la demandada.

De hecho, a juicio de la demandante, esto habría afectado la viabilidad y el crecimiento de su negocio, lo que la habría obligado a vender la empresa a su rival Ice Cream SpA (que opera las heladerías Savory y que actualmente está en reorganización judicial) en 2018, a un precio menor que el de mercado y a despedir a su planta de trabajadores, lo que le generó supuestos perjuicios de gran magnitud.

En la vereda contraria, la demandada afirma que A&S busca que le sean indemnizados perjuicios inexistentes, o que, incluso en caso de existir, se produjeron a causa de las decisiones libre y voluntariamente adoptadas por ella misma.

Dijo que si bien es efectivo que el sistema de Unilever bloqueó la liberación de los pedidos de A&S, eso se efectuó a partir de la deuda vencida generada por A&S por el no pago de los helados que la multinacional le seguía suministrando.

Junto a esto, aseguró que su objetivo era que este negocio funcionara, buscando fórmulas para mejorar el modelo de negocio de A&S y planes para optimizar la visibilidad del producto, pues era su marca la que se vendía al público.

Sin embargo, dijo que al año 2017 el comportamiento financiero de la demandante dejaba entrever un mal manejo del negocio y una acumulación preocupante de deudas vencidas. Por esto, sostuvo que fueron los problemas económicos de la demandante los que finalmente propiciaron el término definitivo del vínculo contractual.

Con todo, la justicia resolvió en primera instancia: “Lo relatado por la demandante puede considerarse verídico, en el sentido que debió vender su empresa, que ya no podía funcionar como heladerías Bresler, de forma apresurada y bajo presión, lo que implicaría claramente una posición de desventaja en la negociación del precio que podía obtener”. Por esto, el tribunal acogió la demanda en relación con la indemnización del daño emergente por la pérdida de valor del establecimiento de comercio y su activo fijo, con lo que Unilever deberá pagar a A&S poco más de $ 419 millones.

Las partes recurrieron al tribunal de alzada el pasado 16 de enero.

A&S pidió elevar la indemnización a $ 1.103 millones. La firma, entre otros puntos, pidió “conceder también el daño a la imagen y reputación comercial que sufrió A&S como consecuencia directa e inmediata de los graves y abusivos incumplimientos de Unilever”.

“Hacia fines del año 2017, el negocio que mantenían las partes se volvió inviable debido a los continuos y graves problemas financieros que presentaba A&S y que impedían a esta última dar cumplimiento a sus obligaciones, por lo que la demandante dejó de ingresar pedidos”, insistió Unilever.

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