No podía ser eterno. La escalada alcista del cobre, motivada por el frenesí de envíos a Estados Unidos para adelantarse a un potencial aumento de aranceles, se desplomará tan pronto como la administración Trump concrete un aumento en las tarifas aduaneras.
Así lo anticipó el banco francés BNP Paribas, una opinión que es secundada por distintos expertos.La entidad gala, según reporta Bloomberg, proyecta que el metal rojo pasaría de cotizarse de los niveles actuales de US$ 5 la libra a unos US$ 3,85 por libra en el segundo trimestre de 2025.
David Wilson, estratega senior de materias primas de BNP, afirmó que el banco espera que la imposición de aranceles ponga fin a la actual dislocación de los precios del cobre, lo que permitirá al mercado centrarse en el impacto negativo de las políticas comerciales estadounidenses en la demanda.
El mineral ha estado en alza desde que la Casa Blanca anunció una investigación exhaustiva que podría derivar en aranceles al cobre por motivos de seguridad nacional.
A principios de esta semana, el metal industrial alcanzó un máximo de nueve meses, superando los US$ 10 mil por tonelada en Londres, es decir, US$ 4,53 la libra. Los contratos de cobre más negociados en Nueva York también alcanzaron un nuevo máximo histórico, de US$ 5,4 por libra, creando una gran brecha al otro lado del Atlántico.
El repunte se vio impulsado por la preocupación de que los esfuerzos para adelantar las importaciones de cobre -antes de que entren en vigor los aranceles propuestos por el Presidente estadounidense Donald Trump- dejarían los suministros mundiales en niveles críticamente bajos. Se estima que cientos de miles de toneladas del metal ya están en camino a EEUU.
Caída en la demanda
Sin embargo, el repunte récord ha perdido fuerza desde entonces después de que un informe de Bloomberg revelara que el arancel podría llegar en cuestión de semanas en lugar de meses.
Este lunes, el futuro a tres meses en Nueva York se cotizó en US$ 5,05 la libra. En Londres, se transó en US$ 4,4 la libra a tres meses y a US$ 4,38 al contado.
Javier Vergara, de Valtin Consulting, concordó con el pronóstico de la entidad francesa en que el metal debería seguir bajando por varias razones. “La primera es que debería haber una caída en el crecimiento, lo que va a impactar en la demanda por cobre; la segunda es que muchos ‘compradores’ han aumentado su stock previo a los aranceles, por lo que no necesitarían comprar tanto en los próximos meses. Por último, está el potencial impacto negativo en los incentivos a la electromovilida”, argumenta.
Juan Ignacio Guzmán, de GEM Mining Consulting, aseguró que, de imponerse los mayores tarifas, la demanda en EEUU debería reducirse de una forma bastante significativa.
Este experto ve distintos escenarios. “El precio del cobre podría bajar en la Bolsa de Londres de los US$ 4,5 la libra a US$ 4 si es que EEUU impone las tarifas y el mundo no entra en recesión”. Pero “si el mundo entra en recesión, la verdad es que el precio podría caer tan bajo como US$ 3 la libra”, dijo Guzmán.
BNP también revisó a la baja su pronóstico para el consumo mundial de cobre, que se prevé que aumente un 2,3% este año, frente al 3,1% anterior. También proyecta un excedente de oferta de 460 mil toneladas, un fuerte aumento respecto a la previsión anterior de 124 mil toneladas.
“Es una cuestión de economía simple: un menor comercio global implica un menor crecimiento global”, escribió Wilson. “Este es el factor clave que nos impulsa a aumentar nuestra expectativa de superávit en el mercado del cobre”.
Sin embargo, no todos los analistas comparten la perspectiva bajista de BNP Paribas. “Una parte de la historia del cobre se debe al estímulo y la recuperación de China, y la otra a los aranceles. Podríamos estar viendo un impulso en la demanda en un momento en que el aumento de los precios podría restringir la oferta. La depreciación del dólar también contribuye”, señaló Kyle Rodda, analista senior de mercado de Capital.com, a Bloomberg.