India y Latinoamérica buscan un acercamiento

Hasta ahora, la relación entre ambos actores ha sido impulsada principalmente por el sector empresarial.

Por: | Publicado: Lunes 23 de julio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Una de las tendencias más interesantes de la última década ha sido el surgimiento de Asia como uno de los principales socios comerciales y de inversiones de Latinoamérica. Según los datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Asia representó 21% del comercio total de Latinoamérica en 2011, detrás de EEUU (35%), pero por delante de la UE (13%). Dentro de Asia, China Japón y Corea del Sur han estado al frente de la expansión empresarial y comercial en América Latina. China, en particular, ha estado muy activa en este frente, impulsada por su hambre por commodities. El país se ha transformado en el principal socio comercial de Chile y Brasil, y es una de las principales fuentes de financiamiento y de inversión extranjera directa (IED) para la región.

Aunque Latinoamérica se ha beneficiado de la creciente relación con China, ya que ha impulsado las tasas de expansión regionales, la relación ha probado ser unilateral. El patrón hasta ahora ha sido que China importa commodities (que representan 80% de las importaciones desde América Latina) y exporta bienes manufacturados, amenazando a los sectores de manufacturas latinoamericanos al competir exitosamente en el mercado doméstico y en los mercados de exportación tradicionales para bienes manufacturados.

El otro gigante asiático, India, hasta ahora ha tomado un enfoque menos agresivo respecto a la región. El comercio bilateral se ha incrementado significativamente desde US$ 2.000 millones en 2008 a US$ 25.000 millones en 2012, pero es equivalente a sólo 10% del comercio entre China y Latinoamérica y representa a menos de 1% del comercio externo total. A pesar de las complementariedades obvias, hay obstáculos para una relación comercial más cercana, como elevadas barreras arancelarias, especialmente en el lado indio (el arancel promedio sobre las exportaciones agrícolas latinoamericanas es 65%, en comparación con un 12,5% de arancel promedio impuesto por China, según el BID), y altos costos de transporte y logística dada la falta de infraestructura en ambos lados.

En términos de IED, las inversiones indias en la región se han cuadruplicado en la última década, creciendo desde menos de 1% del total de los flujos de entrada en los años ’90 a un promedio de 4% en 2002-06. Se concentra en recursos naturales, servicios de tecnología de la información y el sector automotor. Brasil y, en menor grado, Argentina han sido los principales beneficiados de la IED de India.



En la agenda india


La relación entre India y Latinoamérica ha sido hasta ahora impulsada principalmente por el sector empresarial (con las multinacionales indias como Tata Consulting Services, Infosys, Sasken y Genpact tomando la delantera). Sin embargo, el potencial económico de crecimiento de Latinoamérica (impulsado por el descubrimiento de reservas de hidrocarburos y gas) y el mejoramiento en el clima de negocios, junto con el creciente perfil internacional, han puesto a la región en la agenda de los políticos indios, provocando el diseño de una estrategia de alcance más estructurada.

Además de la firma de acuerdos comerciales preferenciales con el Mercosur y Chile, las autoridades indias han aumentado las iniciativas oficiales para establecer relaciones más cercanas con Latinoamérica. Este año ha habido una serie de interacciones de alto nivel entre los líderes políticos indios y sus contrapartes latinoamericanas (el primer ministro de India, Manmohan Singh, visitó México para el G20 y Brasil para la cumbre Rio+20)
Además, en agosto India será anfitriona de su primer “diálogo” con los ministros de Relaciones Exteriores de los países latinoamericanos con el objetivo de establecer un foro similar al que hizo con África, como un medio de compromiso con la región. Se espera que el primer “diálogo” se realice en Nueva Delhi e incluya al ministro de Relaciones Exteriores S. M. y sus homólogos de Chile, Cuba y Venezuela.

Latinoamérica representa un mercado dinámico, pero aún sin explotar para India, y podría tener un rol fundamental en asegurar la continuidad de seguridad de energía de India. El subcontinente actualmente depende de los estados del Golfo para sus necesidades de combustibles fósiles, un suministro mucho más volátil.



Próximos desafíos


Si la voluntad política mejora para fomentar una asociación Latinoamérica-India, la región enfrentará el desafío de asegurar que la relación sea beneficiosa y que impulse sus perspectivas de crecimiento en el mediano plazo. En particular, aunque India es fuerte en servicios, hay riesgo de una mayor competencia por el sector de manufactura en Latinoamérica (especialmente considerando los costos laborales mucho más bajos en India) y del desarrollo de una relación asimétrica parecida a la que se tiene con China.

Para evitar esto, Latinoamérica tendrá que hacer más para impulsar la competitividad de sus propias industrias resolviendo sus deficiencias de larga data en infraestructura, capacitación y educación, acceso al crédito e investigación y desarrollo. Esto podría lograrse también al asegurar que la IED india en Latinoamérica se traspase lo suficiente a la economía doméstica en términos de transferencia del know-how, tecnología y capacidades administrativas; al crear iniciativas empresariales para promover el comercio intra-industrial con India; y al cooperar en innovación y desarrollo de capital humano.



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