Por primera vez en la historia de Estados Unidos, una mujer y un empresario se disputan la presidencia del país, y han hecho de ésta una campaña completamente diferente a las anteriores.
Así de singulares fueron también los tres debates que colocaron a ambos candidatos cara a cara, en un intento por convencer a miles de ciudadanos sobre quién será el mejor para liderar la primera economía del mundo.
Un triple enfrentamiento en el que hubo ataques personales, burlas, acusaciones e incluso quedó en suspenso la posibilidad de que, por primera vez, uno de los aspirantes no reconozca los resultados si no le son favorables.
Encuentros que no sólo lograron récords de audiencia y de menciones en redes sociales, sino que tuvieron al mismo ganador en cada una de las fechas.
La demócrata Hillary Clinton se llevó el triunfo según encuestas de opinión y, aunque la brecha con su rival republicano Donald Trump se fue cerrando, llega mañana a las urnas aún con ventaja.
Primer round
Los presidenciables llegaron a la primera contienda, el 26 de septiembre, virtualmente empatados en los sondeos y, ante una carrera tan estrecha como la actual, la apuesta de ambos era cometer menos errores y mostrar que estaban capacitados para ocupar la Oficina Oval.
“Ella no tiene la imagen ni la fortaleza para ser presidenta”, dijo Trump, a lo que Clinton respondió: “cuando él viaje a 112 países y negocie un acuerdo de paz (...) o cuando pase once horas en una comparecencia frente a un comité del Congreso, puede hablarme de fortaleza”.
“Él critica que me haya preparado para el debate. Sí lo hice. Y, ¿sabes para qué otra cosa me preparé? Para ser presidenta de EEUU”, lanzó.
Así, la ex secretaria de Estado logró que la balanza se inclinara a su favor, frente un Trump que apareció impaciente y a la defensiva, incómodo a ratos, exhibiendo algunas debilidades especialmente en temas internacionales.
Ante más de cien millones de personas, sólo en EEUU, que seguían de cerca el evento –récord histórico de audiencia televisiva–, la ex primera dama aseguró que su contrincante tenía un largo historial de comportamiento racista. “Este hombre llamó ‘Miss Piggy’ y ´Miss HouseKeeping’ a una ex Miss Universo latina (...), hoy ella es ciudadana americana y ahora va a votar”.
Segundo round
El 9 de octubre, los aspirantes tomaron el escenario de la Universidad de Washington, en un formato diferente en el que respondieron preguntas de los ciudadanos presentes y del moderador.
En un punto la demócrata consideró positivo que su rival no estuviese a cargo de las leyes del país, a lo que inmediatamente él respondió: “porque estarías en la cárcel”, y aprovechó para asegurar que designará un fiscal para investigarla por el caso de los correos electrónicos.
El encuentro estuvo marcado por un video de 2005 en el que Trump se refiere a un trato inapropiado hacia las mujeres, utilizando un lenguaje lascivo y muy vulgar. Para él sólo “fue una conversación de vestuario”, pero para Clinton es la ilustración perfecta de cómo es y cómo trata a las mujeres.
Tercer round
Sin darse la mano, el 19 de octubre los candidatos iniciaron su último cara a cara. El republicano llegó debilitado por escándalos que lo involucraban con casos de abuso sexual, lo que le restó el apoyo de líderes de su partido.
Aunque comenzó más moderado que en anteriores oportunidades, aseguró que el proceso político estaba manipulado en su contra y, por ello, se negó a decir si aceptará o no los resultados de la jornada de mañana. “Lo decidiré en el momento, los dejaré en suspenso”, dijo.
Al respecto, la ex primera dama aseguró que “cada vez que él cree que algo no va a salir a su favor, dice que está arreglado en su contra” y le pidió condenar el supuesto espionaje ruso, dando inicio a una confrontación.
Trump aseguró que el presidente Vladimir Putin ha “derrotado” a la demócrata y ella señaló que Moscú apoya al republicano porque “prefiere tener a un títere de presidente”. “Títere eres tú”, replicó el magnate cuya enorme desventaja entre las mujeres votantes se ha convertido en su mayor desafío político.
Y es que del último cara a cara salió desfavorecido entre ese grupo cuando, a minutos de finalizar, interrumpió a Clinton, y le dijo: “qué mujer tan repugnante”.
En la última década, otros tres candidatos demócratas han resultado ganadores en sus respectivos debates y, de ellos, dos –Obama en 2008 y Bill Clinton en 1996– se impusieron en noviembre.
