Por Ignacio Gallegos F.
El próximo 20 de enero, cuando Barack Obama entregue el cargo de presidente de Estados Unidos, dejará en la Oficina Oval la misión de revitalizar a la primera economía mundial y acelerar la recuperación del país.
Los defensores del jefe de Estado destacan la creación de empleo: bajo su administración se añadieron 10,9 millones de puestos de trabajo a la economía. El sector privado generó 11,9 millones, contrapesando una contracción en el área pública.
Sus detractores, en tanto, critican que sus políticas han destruido al sector manufacturero. Mientras la mayoría de los empleos creados se concentra en el sector de servicios, en la manufactura se perdieron 122.000 puestos de trabajo en los ocho años de Obama.
Con todo, bajo el liderazgo del actual mandatario, la primera economía mundial pasó de tener un peak de 10% de desempleo en octubre de 2009 -tras la crisis financiera de 2008, que generó la recesión más larga desde la década de 1930- a un 4,9% el mes pasado.
El crecimiento del país se mantiene bajo, pero estable. Durante el tercer trimestre, según la Oficina de Análisis Económico del gobierno, la economía estadounidense se expandió 1,5% respecto del mismo período del año anterior. La cifra es una mejora en comparación con el trimestre anterior (en que el PIB creció 1,3% anual), pero es menor, en al menos un punto porcentual, a los niveles previos a la crisis.
El factor deuda
Con la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed) en niveles históricamente bajos, el gobierno de Barack Obama se inscribe en la historia como el que vendió más bonos del Tesoro a menor interés.
El resultado es un nivel de deuda que podría ser una amenaza para la próxima administración: la emisión de bonos al mercado de EEUU se más que duplicó en los últimos ocho años, llegando a un nivel récord de
US$ 14 billones (millones de millones).
Ello, mientras el gasto gubernamental crece, impulsado por los cambios en seguridad social, el sistema de previsión de salud conocido como Medicare y los costos de interés.
“Ha habido tanta emisión de deuda facilitada por las tasas de interés extremadamente bajas, que uno tiembla al pensar qué pasaría si las tasas volvieran a la normalidad”, señaló a Bloomberg el presidente de la consultora Yardeni Research, Edward Yardeni, quien ha observado el mercado de bonos desde 1970. “El impacto en el gasto en intereses sería significativo y podría traer la preocupación por el déficit a la primera línea”.
El balance fiscal también preocupa a la Oficina de Presupuestos del Congreso de EEUU, que proyecta que, de mantenerse las condiciones actuales, la cifra roja del gobierno estadounidense podría llegar a
US$ 1 billón en 2024.
Los hogares estadounidenses
Una de las preocupaciones de los estadounidenses comunes es el crecimiento de los sueldos, que se ha estancado durante gran parte de la recuperación de la Gran Recesión. Si se ajusta por inflación, el ingreso promedio anual se ha mantenido en US$ 54.000 durante los últimos 20 años, pero en términos reales no se ha tenido una expansión relevante durante la actual administración.
Otra preocupación nacional es la desigualdad. Los ingresos del 1% más rico han crecido más rápido que los del 99% restante. Será otra de las misiones de la próxima administración.