Un día después de la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de subir la tasa de interés a un rango de entre 1,25% a 1,5%, bancos centrales de Europa y Latinoamérica deben decidir qué rumbo tomarán ellos.
Los escenarios que enfrentan el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra (BoE, su sigla en inglés) -que han sido más cautelosos que su par estadounidense- son muy distintos. Los banqueros del BoE ya elevaron las tasas a 0,5% en octubre, por primera vez desde la crisis financiera, pero se mostraron precavidos por los efectos que la salida del país de la Unión Europea puede causar sobre la economía. Por eso, se prevé que no haya cambios tras esta reunión.
El mismo pronóstico rige para la reunión del BCE: a pesar de que la economía europea muestra fuertes señales de recuperación, la inflación permanece por debajo de la meta del banco de 2%. No habría cambios en las tasas, pero se espera que el banco entregue más detalles sobre el término del programa de alivio cuantitativo, que se extendió hasta septiembre, pero se redujo a la mitad, a 30 mil millones de euros mensuales, así como pronósticos para la inflación en el próximo año.
América Latina
En América Latina, los bancos centrales de Colombia, Perú, México y Chile también toman hoy una decisión sobre sus políticas monetarias. Colombia, que este año se embarcó en un ciclo de flexibilización, bajando la tasa de 7,75% a 4,75%, enfrenta ahora una inflación por encima de la meta y una recuperación por debajo del potencial. Eso, según expertos de Bloomberg, hará a los gobernadores dejar la cifra sin cambios hoy.
Una decisión similar se espera en nuestro país, que este año ha reducido la tasa en un punto porcentual, a 2,5%. La actividad económica está mejorando y los pronósticos son favorables, con los economistas encuestados por Bloomberg esperando que el país crezca 4,2% en 2018.
El banco central peruano este año también ha bajado las tasas, de 4,25% a 3,25%, y se espera que hoy recorte los tipos a 3%. A pesar de que la economía se está recuperando -el gobierno espera que el país crezca 4,2% en 2018- y la inflación ha bajado, la actividad se mantiene por debajo de las expectativas.
La excepción sería México, que está subiendo agresivamente las tasas de interés, tratando de combatir la inflación y contener la incertidumbre por las negociaciones del Nafta y las elecciones presidenciales. Los economistas esperan que suba la tasa de 7% a 7,25%.