A pocos días de convertirse en el virtual nominado del Partido Republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump recibió ayer señales de un giro en sus relaciones con otros líderes mundiales. El ex presidente mexicano Vicente Fox, quien lo había calificado de “ignorante, egocéntrico y falso profeta”, aseguró en una entrevista que debe disculparse por el “lenguaje vulgar” con el que se expresó. Asimismo, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que el candidato “merece respeto”.
Sin embargo, el magnate de los bienes raíces volvió ayer a la polémica, al señalar que si no gana en la elección de noviembre EEUU se convertirá en la próxima Argentina o Venezuela. “Tendremos hombres como Bernie Sanders en la Corte Suprema y este país será algo totalmente distinto, será Argentina... será Venezuela”, dijo en una entrevista de CNBC, provocando risas.
En cambio, si gana, dijo que pasará sus primeros 100 días derogando regulaciones y renegociando todo, desde acuerdos comerciales hasta términos de la deuda. Adicionalmente, dijo estar de acuerdo con la presidenta de la Fed, Janet Yellen, en la necesidad de mantener tasas bajas, pero que probablemente la reemplazaría “porque no es republicana”.
Pese a sus triunfos en las primarias Trump enfrenta dificultades para atraer a los sectores tradicionales del partido. Ayer, el ex aspirante Paul Ryan aseguró que no lo respaldaría y un vocero de los ex presidentes George H.W. Bush y George W. Bush anunció que ambos no planean sumarse a ningún candidato. Por su parte, el nominado en 2012, Mitt Romney, dijo que no asistirá a la convención del partido en julio.
El representante de 2008, John McCain, dijo que apoyará a quien la organización decida, pero él mismo ha reconocido que un eventual respaldo a Trump dificultaría su propia reeleción en Arizona, que tiene una significativa cantidad de votantes hispanos.