El presidente de Costa Rica, Oscar Arias,
que ejercerá como mediador en el conflicto político hondureño a
partir de mañana, mantiene su optimismo en lograr que, a través del
diálogo, se "suavicen" las posiciones del presidente depuesto,
Manuel Zelaya, y del nuevo mandatario, Roberto Micheletti.
"Para eso es el diálogo, para acercar posiciones antagónicas y al
final llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes", declaró
hoy Arias.
El mandatario costarricense afirmó que las de Zelaya y Micheletti
"son posiciones muy distantes, muy diferentes", señalando que "conforme uno comienza a dialogar se van a
suavizar esas posiciones", matizó.
Micheletti dijo a la prensa hondureña que Costa Rica no irá "a
negociar nada", sino "a dialogar", y reiteró que si Zelaya quiere
volver a Honduras "que se presente primero a los tribunales de
justicia", donde tiene acusaciones por varios delitos. Zelaya, por su parte, exigió "la restitución" de su gobierno,
punto que, según sostuvo, "no es negociable".
Ayer, desde Washington y tras reunirse con la secretaria de
Estado norteamericana, Hillary Clinton, el depuesto presidente
subrayó que tampoco piensa permitir que el gobierno de Micheletti
permanezca en el poder.
El mandatario costarricense, que ganó el Premio Nobel de la Paz
1987 por sus esfuerzos en la pacificación de Centroamérica, aseguró
que en esa época se logró un acuerdo "en 24 horas" porque existía
"voluntad" de las partes.
"Si hay voluntad se puede lograr", dijo acerca de la actual
situación en Honduras, y comentó que "en dos días se puede
solucionar esta crisis", aunque "también puede ser que en dos meses
no se pueda solucionar".
Arias confirmó que Zelaya llegará hoy a Costa Rica y Michelleti
lo hará mañana, ambos en vuelos privados, con el objetivo de
reunirse en su residencia particular el mismo jueves y comenzar a
elaborar la agenda de temas a tratar.