La economía brasileña creció 1,2%
en el segundo trimestre, lo que significa una desaceleración frente
al crecimiento del 2,7% del primero, pero acumula una expansión
récord del 8,9% en los primeros seis meses del año frente al mismo
período de 2009, informó hoy el Gobierno.
En comparación con el segundo trimestre de 2009, el Producto
Interior Bruto (PIB) aumentó un 8,8% entre abril y junio, según los
datos divulgados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y
Estadísticas (IBGE).
Pese a que el propio Gobierno esperaba una desaceleración tras el
fuerte crecimiento del primer trimestre, el resultado divulgado hoy
estuvo por encima de las previsiones más optimistas, que apuntaban
un crecimiento de hasta el 1%.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, había previsto la semana
pasada que la economía crecería entre 0,50% y 1% en el segundo
trimestre y había atribuido esa desaceleración al fin de los
incentivos fiscales del Gobierno para ayudar a los sectores más
afectados por la crisis mundial.
La desaceleración también fue atribuida a la decisión del Banco
Central de elevar los tipos de interés para hacer frente a la
inflación.
El resultado del PIB en el segundo trimestre confirmó las
proyecciones del Gobierno de que Brasil terminará el año con una
expansión de hasta el 7%, tras haber sufrido una contracción del
0,2% en 2009 como consecuencia de la crisis.
La expansión del 8,9% en el primer semestre es la mayor para el
período desde 1996, cuando el indicador comenzó a ser medido con los
actuales criterios.
El crecimiento semestral fue impulsado por la industria (14,2%),
seguida por la agropecuaria (8,6%) y por los servicios (5,7%).