El grupo francés de distribución Carrefour aseguró hoy que su fusión con la Compañía Brasileña de Distribución (CBD) no tiene ninguna "intención hostil" en Brasil contra el también galo Casino.
Casino ha pedido un nuevo proceso de arbitraje ante la Cámara de Comercio Internacional para mediar en la operación, al entender que ésta vulneraría el pacto de accionistas que el grupo firmó en 2005 con el Grupo Pao de Açúcar, propietario de CBD.
Según Casino, la fusión de los activos brasileños de Carrefour con la CBD es una propuesta "hostil" y basada en negociaciones ilegales.
Sin embargo, Carrefour indicó hoy en un comunicado que a su entender, dichos acuerdos "no contienen (...) ninguna estipulación que prohíba las discusiones o las negociaciones" y subrayó que "Casino no ha invocado hasta hoy ninguna cláusula específica que apoye sus afirmaciones".
Casino anunció la semana pasada un aumento del 6,2% de su participación en las acciones preferenciales del Grupo Pao de Açúcar hasta alcanzar el 43,1%, porcentaje que duplica al de la familia Diniz, que continúa con el 21% pero que preside el consejo de administración y se muestra favorable a la fusión con Carrefour.
El ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio, Fernando Pimentel, había calificado la posible fusión como "estratégica" para la intención de Brasil de conquistar los mercados internacionales y respaldó la intervención en la operación del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
De hecho, el plan de fusión contempla la participación del BNDES, que aportaría 4.500 millones de reales (unos US$ 2.888 millones).
Pao de Açúcar es líder del mercado brasileño, con un 17,9% del total de ventas minoristas y una facturación de 36.100 millones de reales (unos US$ 23.170 millones) en 2010.