Ni la inestabilidad financiera de la eurozona ni las consecuencias de la crisis en Japón parecen lastrar la economía alemana, que en marzo se mantuvo en máximos según el índice de clima empresarial del instituto Ifo publicado hoy.
El centro de estudios económicos de Múnich (sur de Alemania) anunció que su barómetro coyuntural se situó este mes en los 111,1 puntos, tan sólo dos décimas por debajo del nivel alcanzado en febrero, mes en el que alcanzó su récord desde 1969.
Este descenso mínimo, la primera caída desde el pasado junio, significa que el sector productivo germano mantiene sus perspectivas optimistas a corto plazo a pesar de los actuales factores de riesgo a nivel global y a los pesimistas pronósticos de los expertos, que esperaban un claro descenso.
"El semáforo coyuntural sigue como nunca en verde", aseguró el presidente del Ifo, Hans-Werner Sinn, al presentar los resultados del último índice de clima empresarial.
Por su parte, la valoración de la situación empresarial en el país se situó en los 115,8 enteros, frente a los 114,8 del mes pasado; y el indicador de las expectativas futuras, a medio plazo, de los empresarios alemanes se colocó en las 106,5 unidades, por debajo de las 107,9 registradas en febrero.
Por sectores, el manufacturero y el minorista volvieron a experimentar una ligera mejoría, mientras que el mayorista y la construcción cayeron mínimamente apuntando un pequeño enfriamiento de la situación macroeconómica.
El reconocido índice coyuntural Ifo se realiza a partir de las respuestas de 7.000 empresarios alemanes sobre sus percepciones con respecto a la situación económica.