La corrupción en Rusia mueve sumas
equivalentes a la mitad del Producto Interno Bruto (PIB), según el
informe anual difundido hoy en Moscú por la Asociación de Abogados
por los Derechos Humanos.
"Según nuestros datos, aproximadamente
el 50% de la
economía de Rusia se encuentra en la
sombra de la corrupción, es
decir que ésta mueve alrededor del 50% del PIB", señala el
informe "Corrupción-2010".
El documento se basa en datos
recogidos entre el 2 de julio de
2009 y el 30 de julio de este año, incluidas 6.589 denuncias y
quejas recibidas dentro del proyecto nacional "Manos Limpias".
Los
autores indican que su conclusión se basa en la confesión de
empresarios entrevistados, y coincide con la del Banco Mundial,
según cuyo cálculo la corrupción en Rusia equivale al 48% del PIB.
Sin embargo, subrayan que la corrupción es
considerablemente
superior en las estructuras del Estado, pues "hasta el 90% de los servicios estatales y municipales se realizan a través de
intermediarios, lo que supone una 'corrupción velada'".
De la
misma manera, "en la mayoría de los centros docentes, desde
preescolares hasta superiores, hasta el 80% del dinero se
mueve en la sombra debido al efecto de la corrupción".
Según el
informe, las estructuras estatales más afectadas son las
fuerzas del orden público, a las que corresponde el 65,4% de las quejas, la mitad de ellas relacionadas con la participación
directa de funcionarios y agentes en esquemas corruptos y la otra
mitad por la pasividad ante tales casos.
También florece la
corrupción en los órganos judiciales, donde el
esquema más difundido es la actividad de los llamados "abogados
negros", intermediarios enlazados con jueces que proponen resolver
cualquier problema con la ley a cambio de dinero.
El informe
señala que esta situación ha convertido en "objeto de
compraventa" todos los cargos susceptibles a la recepción de
sobornos, sobre todo en el sistema judicial y las fuerzas del orden,
los más implicados en este "lucrativo negocio".
Aunque el presidente ruso,
Dmitri Medvédev, haya declarado una
guerra sin cuartel a esa plaga, "el número de funcionarios corruptos
va en aumento, porque en realidad las fuerzas del orden no luchan
contra la corrupción, sino solo imitan esa actividad", indicó.