Por Constanza Morales H.
Luego de que el viernes John Boehner, el vocero republicano de la Cámara de Representantes, se mostrara dispuesto a elevar los impuestos a los que ganan más de US$ 1 millón al año, era el turno del presidente Barack Obama de manifestarse a favor de hacer algunas concesiones. Esto fue exactamente lo que ocurrió el lunes en la noche, cuando el mandatario ofreció un nuevo plan para reducir el déficit.
Tras exigir durante meses que los que ganaban más de US$ 250 mil anuales tuvieran una mayor carga tributaria, el demócrata estableció un nuevo umbral: US$ 400 mil. Con esta nueva oferta, ambos lados parecen están convergiendo hacia un límite final que podría ubicarse entre
US$ 500 mil y US$ 750 mil.
Otro de los puntos en los que cedió el presidente es el de los nuevos ingresos. Inicialmente, Obama había solicitado recaudar
US$ 1,6 billón (millón de millones) en nuevos ingresos, cifra que hace unos días fue rebajada a US$ 1,4 billón. Ahora, el gobierno está planteando obtener ingresos frescos por
US$ 1,2 billón. Este monto se acerca a
US$ 1 billón sugerido por el republicano la semana pasada.
Una tercera concesión hecha por el mandatario se relaciona con el límite de la deuda. Hasta el viernes, Obama había insistido en un mecanismo permanente para aumentar el límite de la deuda. El tercer plan oficialista para evitar el abismo fiscal -una serie de alzas en los impuestos y recortes en el gasto que entrarán a regir en enero si no se llega a un acuerdo- establece que la Casa Blanca se conformaría con un aumento suficiente para los próximos dos años. A través de esta medida, Obama buscaría evitar una discusión -como la que se vivió el año pasado- que podría afectar la posición de los demócratas antes de las elecciones legislativas de 2014. En su propuesta del viernes, Boehner recomendó extender el techo del endeudamiento por un año.
La metodología para calcular la inflación es otra de las materias en las que el presidente está dispuesto a transar. En su último plan, Obama aceptó aplicar un mecanismo menos generoso para estimar la variación de los precios, lo que provocaría menos beneficios en el esquema de pensiones de la seguridad social, comentó a CNN una persona familiarizada con las conversaciones.
Plan B
En medio de las negociaciones entre el equipo de Obama y el de Boehner, el vocero de la Cámara de Representantes anunció ayer que introducirá un proyecto en el Congreso para aumentar los gravámenes a los hogares que ganan más de US$ 1 millón al año. La iniciativa, a la que se oponen los demócratas, serviría como un plan de respaldo en caso de que sus esfuerzos por lograr un acuerdo respecto de la reducción del gasto fracasen.
“Estamos dejando la puerta abierta para algo mejor”, Boehner les dijo ayer a los republicanos. “Y he sido claro sobre esto con el presidente. El Plan B es Plan B por una razón. Es un resultado menor que lo ideal. Siempre he creído que podemos hacerlo mejor”, agregó.
El representante republicano afirmó que el plan ofrecido por Obama el lunes “no puede ser considerado balanceado”, porque los nuevos ingresos tributarios incluidos superan los recortes en gasto planteados.
El líder de la mayoría republicana de la Cámara, Eric Cantor, le comunicó a sus colegas que Boehner está buscando que su propuesta sea votada esta semana.
A pesar de esta movida del republicano, sus asesores afirmaron que Boehner seguirá negociando con Obama para lograr un acuerdo.