Hace calor en Guangzhou, pero los empresarios reunidos en la Feria de Cantón están sintiendo ráfagas de frío desde la economía global. Los exportadores locales temen por la caída de compradores este año, que se suma a un ejercicio de por sí desafiante a medida que la menor demanda internacional, particularmente en Europa, se niega a repuntar.
Christine Lam, que trabaja para un fabricante de lavaplatos de Huizhou, dice haber visto una caída de los visitantes en el gigantesco centro de exhibiciones y culpa por ello a la floja situación económica general. “Quizás sea sólo el primer día, pero en cualquier caso no es un buen inicio”, dijo. “Nuestra compañía está bien, pero sé que muchas han tenido que cerrar este año porque el mercado europeo está muy mal”.
Su pesimismo es compartido por varios expositores frecuentes de la feria, que es considerada un barómetro del comercio exterior en sus 56 años de historia.
El sombrío panorama llevó a los organizadores a despachar 17% más de invitaciones a compradores extranjeros este año, elevando el total a 1,3 millón, pero no parece haber dado resultados.
Ye Xiaodong, de Monalisa Ceramics, agregó el creciente proteccionismo a la lista de problemas. “Nuestro negocio ha sido afectado en Europa, India y Brasil por un aumento del proteccionismo con investigaciones anti dumping e impuestos a medida que estos países tratan de proteger a sus empresas locales”.