El presidente de Francia, Nicolas
Sarkozy,
anunció hoy que su Gobierno recortará o suprimirá deducciones
"fiscales y sociales" por valor de 10.000 millones de euros (cerca de US$ 12.826 millones) a partir
de otoño.
Sin precisar cuáles de las exoneraciones vigentes en la
actualidad se verán afectadas, el presidente ha incluido esta medida
en un conjunto de propuestas destinadas todas ellas a cumplir sus
objetivos de reducción del déficit público.
Lo que sí ha
confirmado es que el recorte se aplicará ya en
otoño, según se recoge en el comunicado difundido por el Palacio del
Elíseo al término de la reunión de trabajo extraordinaria que
Sarkozy mantuvo con su primer ministro, François Fillon, y los
titulares de Economía, Christine Lagarde, y de Presupuestos,
François Baroin.
Algunos medios de comunicación avanzan, entre
las exoneraciones
que se verán afectadas, las que se aplican a la compra de vivienda o
las calificadas de "verdes".
En ese segundo grupo se incluyen,
por ejemplo, las de la
instalación de equipamientos ecológicos, como pueden ser los paneles
fotovoltaicos que reducen el consumo eléctrico o las subvenciones a
los biocarburantes.
El Elíseo no entra en detalles en el
documento de conclusiones
del encuentro de hoy, celebrado en la residencia presidencial de
verano, el Fuerte de Brégançon -muy cerca de donde el presidente
pasa sus vacaciones en el sureste del país-, y centrado
exclusivamente en la situación económica y en las medidas anticrisis
previstas para la vuelta del curso político.
Además de fijar las
acciones concretas para reducir el déficit
público, la cita ha servido para que Sarkozy y sus ministros
confirmaran su previsión de crecimiento para este año fijada en el
1,4% y revisaran a la baja, del 2,5% al 2%, la del año próximo.
"La
perspectiva de crecimiento del 1,4% se alcanzará o superará
este año", mientras que en el siguiente ejercicio se situará en el
2%, precisa la nota del Elíseo.
Para el presidente galo, añade,
la reducción del déficit público
del actual 8% al 6% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2011 y a
3% en 2013, "constituye un objetivo principal para el país",
independientemente de cuál sea el nivel de crecimiento.
La
reducción del déficit se hará manteniendo la actual política
de austeridad y recortando el gasto público, con iniciativas como la
citada supresión o reducción de desgravaciones fiscales, el recorte
de los gastos de funcionamiento del Estado de un 10% de aquí al
2013, o la continuidad del programa de "no sustitución" de un
funcionario de cada dos que se jubilen.