La
intervención del Banco Central Europeo (BCE) en defensa de la deuda
soberana de los países de la zona euro más castigados por la presión de
los mercados hizo descender hoy los intereses de los bonos portugueses a
niveles de hace varios meses.
Según varios analistas del
mercado luso, la decisión del BCE ha permitido ya una recuperación
superior a los cuatro puntos base respecto a los intereses máximos, del
7,4% que penalizó al bono luso a diez años.
El título de
referencia en las emisiones de deuda soberana se pagaba hoy con una
penalización del 6,2%, que supone un alivio para los altos costes en que
incurría Portugal para refinanciar su deuda.
También en
opinión de la prensa especializada lusa esta tendencia de los intereses
aleja el temor de que Lisboa pudiera verse obligada a recurrir a la
ayuda comunitaria ante la imposibilidad de pagar unos tipos tan elevados
como los que ya le exigió el mercado en noviembre, tras la decisión de
Irlanda de pedir el rescate de la UE.
Aunque el Gobierno
portugués rechazó con insistencia en los últimos días la posibilidad de
pedir ayuda o de que estuviera presionado para hacerlo, el ministro de
Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, reconoció en octubre que su país
no podía soportar unos intereses del 7%.
El bono luso ha
reducido también en más de cien puntos base, hasta los 340, la
diferencia con el alemán, que sirve de referencia y cuyo diferencial se
disparó desde que, el año pasado, la especulación financiera hizo blanco
en las economías más débiles de la hasta entonces bastante homogénea
zona euro.
Pese a esta mejoría de la credibilidad financiera
lusa, la agencia de calificación Standard & Poor's amplió hoy a
todos los bancos de Portugal su decisión de poner al país bajo
vigilancia con "implicaciones negativas" para un posible descenso de
calificación en los próximos tres meses.
Pero, al contrario
que otras veces, la medida no pareció tener impacto inmediato en los
mercados ni la bolsa, aunque afecta a las calificaciones crediticias a
corto y largo plazo de todas las entidades lusas.
La misma
agencia anunció el pasado martes que vigilaría la evolución de Portugal y
su deuda soberana ante el "creciente riesgo" que presenta su solvencia
crediticia.
La agencia ya bajó la nota de Portugal en abril
pasado en dos niveles antes de que el Gobierno luso presentara a
Bruselas su segundo programa de ahorro presupuestario, que prevé reducir
este año el déficit público del 9,3% al 7,3% y en 2011 al 4,6%.