El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, golpeó la mesa y pidió a la zona euro que estabilice su sistema financiero ante la renovada amenaza de recesión del bloque, lo que representa un riesgo para la economía global y para su país.
Aunque el mandatario estadounidense valoró positivamente los esfuerzos de los líderes de la zona euro para fortalecer el sistema bancario, les pidió derechamente llevar a cabo "acciones claras, lo antes posible, para inyectar capital en los bancos débiles" y delinear un plan para lograr unos presupuestos más sólidos.
"Europa necesita aplicar duras reformas, pero es capaz de hacerlo, y para ello tiene el apoyo de EEUU", señaló.
"Hay pasos concretos que ellos (los líderes europeos) pueden tomar para evitar que la situación empeore", agregó Obama.
Obama también dijo que una de las prioridades "es establecer un marco y una visión para una eurozona más fuerte, incluida una cooperación más profunda en los presupuestos y en la política bancaria". Esto llevará su tiempo, ha dicho, pero "mostrar la voluntad política de compartir los beneficios y las responsabilidades de una Europa más integrada sería una señal fuerte".
España e Italia
Obama también se refirió a España, país que por estos días concentra la preocupación de toda Europa por la fragilidad de su sistema financiero. En ese sentido, el mandatario estadounidense valoró las medidas del gobierno Mariano Rajoy, pero advirtió que no se pueden aplicar sólo recortes cuando el desempleo sigue subiendo.
España e Italia "están aplicando reformas inteligentes y necesarias, desde la recaudación de impuestos al mercado laboral". No obstante, estas reformas "necesitan tiempo y espacio para dar resultados. No todo puede ser recortar, recortar y recortar, mientras el desempleo crece".
La insistencia de Obama
Según consigna el diario español Expansión, esta no es la primera vez que Obama se muestra crítico con la política de austeridad con la que la canciller alemana, Angela Merkel, está combatiendo la crisis de la zona euro.
En la pasada cumbre del G-8 el presidente de EEUU y su homólogo francés, el recién elegido François Hollande, hicieron especial hincapié en la necesidad de implantar medidas que estimulen el crecimiento entre tanta reforma y tanto recorte. No obstante, pese a las palabras sobre los recortes en España, el líder estadounidense ha mostrado su apoyo a Merkel.