Los países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), y otros 17, entre los que figuran los grandes
emergentes, se comprometen a resistirse, en el actual contexto de crisis, a la
tentación para establecer medidas proteccionistas contra la inversión, en un
informe publicado hoy.
"El proteccionismo frente a la inversión sigue siendo
una amenaza, pero hasta ahora los gobiernos mayormente han resistido a la
imposición de barreras", declaró el secretario general de la entidad, Ángel
Gurría, al presentar el acuerdo.
El informe "Libertad de inversión", suscrito por
los 30 miembros de la OCDE
y por otros 17 países (entre ellos Brasil, China, India, Rusia o Sudáfrica),
presenta una serie de recomendaciones políticas para mantener abiertos los
mercados de inversión, y establece mecanismos de control de las políticas
nacionales.
Gurría, aunque destacó que este texto es "un signo
importante de los Gobiernos" subrayó que hay que mantener, en cualquier
caso, una vigilancia "constante".
En el documento se constata que en el contexto de la actual
recesión, uno de los mayores riesgos para las inversiones internacionales es la
emergencia de "nuevas formas de discriminación".
Esas nuevas formas derivan, en particular, de que
"muchos gobiernos han adquirido mayores poderes para canalizar la
inversión del sector público y los subsidios a menudo con amplia
discrecionalidad sobre el uso de esos nuevos poderes".
También se hace alusión a que "las presiones políticas
para proteger el empleo y el restablecimiento del crecimiento tienta a los
gobiernos para adoptar políticas discriminatorias" que de hecho
dificultarían la recuperación económica.
Para evitarlo, se apuesta por fijar medidas "más
transparentes" y usar lo menos posible los nuevos poderes discrecionales
de forma injusta con los inversores internacionales.